Exhumar a Franco en la madrugada de este domingo
Algunos analistas aseguran que el Gobierno ya tiene fecha decidida para la exhumación de Franco: tendrá lugar en la madrugada del próximo domingo al lunes. Una semana después de la noticia del diario ABC que hablaba de la madrugada del 6 al 7 de este mes y que Moncloa descartó por muy precipitada.
Ahora, sin embargo, estaría todo listo para proceder. Habiendo asegurado el visto bueno del Supremo y dando por hecho que el Tribunal Constitucional no admitirá el recurso de la familia, que podría frenar el proceso con una medida cautelar. Todo apunta a que no será así.
La madrugada del 13 al 14 es una fecha que tiene un atractivo arrebatador para quienes entienden la política como un juego maquiavélico de intereses: se da por seguro que ese lunes, día 14, se hará pública la sentencia del juicio a los presos por el 1-O.
¿Qué mejor manera de tapar un fallo que puede soliviantar a Cataluña que anunciar otro seísmo?
A mi todo esto me provoca bastante desasosiego. De ser cierto, estaríamos efectivamente ante otra “cortina de humo”, el uso de cosas muy serias y delicadas para mayor beneficio político. Una obscenidad, vaya.
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Sobre esto se hizo incluso una película en Hollywood titulada precisamente ‘Wag the Dog’ (‘La cortina de humo’, en España), dirigida por Barry Levinson, escrita por David Mamet y protagonizada por Dustin Hoffman y Robert De Niro.
Se estrenó en 1997 y describía el caso de un presidente americano acusado formalmente de abuso sexual sólo dos semanas antes de las elecciones a las que se presenta para un segundo mandato. ¿Qué hacer? ¿Cómo impedir que esta crisis arrasara con las opciones (pocas o muchas) del presidente por revalidar el cargo?
La solución que adoptó la Casa Blanca en la ficción es recurrir a un asesor, encarnado por Robert de Niro, que contrató los servicios de un productor de televisión para desviar la atención de la ciudadanía con una historia más grande y mejor: la declaración de guerra (ficticia) a un país remoto.
Está todo inventado. Incluso el recurso a la manipulación de la política, la prensa y el pueblo por un bien mayor: la distracción de un hecho incómodo y lacerante con fuegos artificiales.
No me parece ni medio bien.
Más en twitter: @javierfumero