El suelo del PSOE

Lo cuentan estos días desde el Partido Socialista. Su objetivo primordial ahora es recuperar al votante tradicional, a los de siempre. No a los más jóvenes sino a los veteranos, que están amagando con abstenerse.

No hay que olvidar una cosa importante: el PSOE está al borde de acometer un desplome histórico, monumental. El pasado 20-D logró 90 escaños. Nunca antes el Partido Socialista había obtenido un resultado tan desastroso.

Dicho esto, lo que amenaza el 26-J es algo peor incluso: una caída más importante, que ya es caer como digo.

Los votantes de izquierda no le perdonan al partido varias cosas: sus bandazos cada vez más frecuentes en asuntos relevantes; el liderazgo errático de Pedro Sánchez y su falta de fuste; el flirteo con Podemos; el insólito fichaje (ya deshecho) de aquella Irene Lozano que tanto azotó al partido…

El elenco de reproches no es pequeño. Por eso, en Ferraz se han tentado la ropa y han decidido cortar la hemorragia de votos. ¿Por dónde? Por los veteranos.

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El trío Margarita Robles, Josep Borrell y Ángel Gabilondo responde a esta estrategia: centra un poco más el partido y espera sacar de la abstención a los socialistas de toda la vida.

Se trata de evitar, por tanto, algo muy simple: que no baje más el suelo del PSOE. Si se paran a pensar es tremendo.

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