Engañar al pueblo catalán

El referéndum independentista del 9 de noviembre anunciado por Artur Mas y sus compañeros no se celebrará. Tal es la convicción que en estos momento existe en casi todos los partidos y entre la mayor parte de sus dirigentes.

Esa certeza se observa igualmente en Convergencia y Unió, la coalición que lidera el gobierno de Cataluña y que, como tal, promueve en primera línea la convocatoria.

Por lo visto, los altos cargos de CiU han asumido que el órdago no llegará al final, entre otras cosas porque su postura es que la consulta, de celebrarse, habría de tener lugar dentro de la legalidad, y saben que tal condición no se cumplirá. Ni el Gobierno ni el Tribunal Constitucional permitirán la convocatoria porque sería ilegal. Y por tanto no habrá referéndum.

Si ése es el escenario que manejan los convergentes, ¿a qué viene, entonces, poner en marcha el tsunami político de anunciar algo que no va a existir?

Alguien está engañando a un amplio sector de la ciudadanía catalana y está jugando con sentimientos muy profundos. Han enardecido a una parte de la población lanzándola a una vía que no tiene final posible. Y eso es manipular a la gente.

Que asumen que la consulta independentista no va a celebrarse, lo prueba la presencia  de Unió en el conglomerado de partidos que la anunciaron: es sabido que ni Durán Lleida ni su formación política son separatistas. Y han estado en la maniobra.

Se engaña también a los catalanistas con el recurso a una pregunta confusa y hasta torticera. Con esa pregunta, de si desean que Cataluña sea “un estado”, ¿qué se quiere decir? ¿Qué sólo apuestan por el estado federal, que es, por cierto, la ‘solución’ que Rubalcaba cree tener para el avispero catalán?

Por cierto que está por ver si eso del estado federal tiene realmente cabida en la Constitución, que de entrada no parece prever que España sea una suma de estados.

Artur Mas ha ganado tiempo, hasta noviembre de 2014, con la maniobra del referéndum. Pero ha engañado a los catalanes. Lleva camino de confirmar la previsión de que va a ser el peor President de la historia.