José Apezarena

Exorcismos en el PP

Tal como si intentaran un exorcismo o algo semejante, Mariano Rajoy congregó ayer a la Junta Nacional de su partido, en plena batalla interna. Objetivo: pacificar el PP... en lo posible.

¿Por qué compete ahora intentar achicar aguas? Básicamente ante el desafío que plantean las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en las que tanta piel se van a dejar los populares. Unas pérdidas que, por ello, desean minimizar.

Urge reducir daños, no solamente por el alto número de militantes que se van a quedar en la calle, y con ello perderán sustanciosos sueldos, sino sobre todo debido el precedente que significarán de cara a las elecciones 'de verdad', o sea, las generales, en las que está en juego lo más serio: el Gobierno de España.

Por cierto que la batalla interna, ahora tan publicitada, en absoluto es nueva. No ha nacido ahora. Viene de muy atrás y, por supuesto, resulta bien conocida, interna y externamente. Es decir, que apenas ha aparecido nada distinto estos últimos días, salvo alguna declaración extemporánea al hilo del fracaso en Andalucía. Pero, como digo, sin novedades especiales.

Más de seiscientos dirigentes, prácticamente todos ellos con cargo y por tanto viviendo de los dineros públicos, han asistido al intento de sanación oficiado por el sumo sacerdote, Mariano Rajoy.

¿Ha funcionado el exorcismo? ¿Se han cauterizado las heridas? ¿Terminarán los navajeos subterráneos? Sí y no.

Sí, en la medida en que las peleas internas van a quedar pacificadas. Contemplaremos un cierre de filas, pero solamente transitorio. Hasta el 24 de mayo.

No, porque el lunes, 25 de mayo, las aguas volverán a su cauce actual. Es decir, retornarán las luchas entre personas y 'familias', que las hay dentro del PP. Previsiblemente agravadas, porque los resultados van a ser muy malos. Y la sal y el vinagre de esos datos volverán a abrir las heridas, aparentemente cauterizadas ayer con el exorcismo oficiado por Mariano Rajoy.

Y entonces quedará por ver si el presidente del partido se arremanga, de una vez por todas, y se ensucia los zapatos, para imponer la paz interna al precio que sea necesario. Porque, hay que reconocerlo, si dentro del PP existen cruentas batallas, mucho tiene que ver con ello la pasividad, cuando no indolencia, de su líder.

 

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Twitter: @JoseApezarena


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