Primer error de Pedro Sánchez

Los socialistas españoles no votaron ayer la elección de luxemburgués Jean-Claude Juncker como nuevo presidente de la Comisión Europea, y con ello han lanzado un dudoso mensaje en las instituciones comunitarias.

Se contaba con sus apoyos, al igual que ha ocurrido con la mayoría de los socialistas europeos, y lo ocurrido no les va a beneficiar precisamente a la hora de acreditar que se trata de un partido fiable. Al menos en el ámbito europeo.

La posición de los representantes del PSOE en el Parlamento de Estrasburgo obedeció a la consigna transmitida por el nuevo líder del partido, Pedro Sánchez, quien, a pesar de que orgánicamente aún no ostenta cargo alguno, porque tiene que ser designado en el congreso extraordinario, dio la orden de no votar al candidato del Grupo Popular.

Es conocido que la mayoría de las decisiones que se adoptan en Bruselas y Estrasburgo responden a negociaciones previas y a pactos entre las principales fuerzas, singularmente populares, socialistas y liberales, que componen una muy amplia mayoría, la misma que ha permitido al socialista Martin Schulz estar ahora presidiendo la Eurocámara.

Como consecuencia de esas negociaciones, se producen repartos de puestos y responsabilidades, como ha ocurrido, por ejemplo, con la pactada nominación de Elena Valenciano, número uno del PSOE en las europeas de España, como presidenta de una subcomisión en el Parlamento Europeo. Una Elena Valenciano que, significativamente, ayer no secundó la consigna de Madrid de no votar a Juncker, por el sencillo sistema de no asistir al pleno en Estrasburgo.

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Pedro Sánchez se ha estrenado con una decisión populista, sin duda, que, en efecto, incluyó en su programa para ganar las primarias, pero que constituyen su primer error, porque arrojan sobre él las sombras de ser un líder poco confiable, que no hace honor a los compromisos y pactos previos adoptados por su partido.

Son muchos los que, incluso desde posiciones ideológicas antagónicas, han saludado su designación para liderar el partido socialista insistiendo en que se trata de una persona sensata, de palabra y fiable. Lo ocurrido ayer en Estrasburgo, primer error de Pedro Sánchez, podría ser algo más que un pequeño detalle coyuntural. El tiempo lo aclarará.

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