Tiros contra Mahoma

Los pistoleros que ayer asesinaron a una docena de personas en París, durante el asalto a la redacción de ‘Charlie Hebdo’, protagonizaron la masacre al grito de “Alá es grande”, y proclamando que así habían “vengado” al profeta, o sea, a Mahoma.

Lo ocurrido, y sobre todo las tremendas imágenes, que han dado la vuelta al mundo, del momento en que remataban de un tiro en la cabeza a un policía herido, van a provocar consecuencias que los asesinos quizá no imaginaron.

Porque, si en algún momento sus mentes calenturientas imaginaron que la acción produciría algún tipo de beneficio a la causa islamista, están profundamente equivocados. Al menos para el común de los ciudadanos de todo el mundo, que somos la inmensa mayoría, la sensación es de asco y de rechazo irrevocable.

Porque, en realidad, a quien esos individuos han disparado es contra Mahoma.

Lo ocurrido va a tener, sí, algunas indeseables consecuencias en el muy corto plazo. Quizá provoque, por un instante, por unos dias incluso, y hasta por unas semanas, que el miedo acogote a profesionales de los medios de comunicación en algunos países. Ayer ya experimentamos en España esa sensación, con las falsas amenazas que obligaron a desalojar algunas redacciones.

Pero sobre el miedo no se construye nada. Resulta imposible mantener acogotados a la gran mayoría durante mucho tiempo. Los que por un instante se acoquinen, irán reaccionando. Y no nos podrán callar. La voz de todos expulsará un día, quizá más pronto que tarde, a quienes se erigen en reyes y verdugos de los demás sólo por el hecho de no cumplir unas normas que a nadie pueden obligar bajo pena de muerte.

Pienso que los asesinos tienen la batalla perdida. Aunque tardemos y aunque todavía allá que sufrir un poco más. Pero serán derrotados. También con la ayuda de tantos musulmanes pacíficos y respetuosos con los demás. Esos mismos que ayer sintieron que a quien han tiroteado en París es al profeta, a Mahoma.

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