Tsipras y las malas formas

El actual Gobierno griego las está pasando canutas, en sus negociaciones con los socios europeos para que le ayuden a salir del hoyo en que se encuentran en país y su economía.

Ya han empezado a tragarse no pocas de las promesas que lanzaron, con las que, por cierto, ganaron las elecciones y que, sin embargo, no van a poder cumplir. Que por allí se han dado cuenta, lo demuestran las manifestaciones que empiezan a desarrollarse en Atenas, convocadas por partidos y movimientos de izquierda, para protestar por tales incumplimientos.

Pero es que, además, los actuales dirigentes, con Tsipras a la cabeza, no están mostrando mucha inteligencia negociadora. Por citar un ejemplo, no se puede viajar a Bruselas a pedir árnica y, al mismo tiempo, poner de uñas al conjunto de los alemanes recordándoles el nazismo y reclamando la devolución de aquellas ayudas griegas de los años cuarenta a la recuperación germana.

Conociendo, como tienen que conocer, que en las instituciones europeas la voz de la señora Merkel cuenta bastante, resulta una torpeza empezar los contactos comunitarios propinando una bofetada a ese país y sus habitantes.

Tal vez creyeron que, con ser de izquierdas, con haber ganado unas elecciones en Grecia, y con el argumento de que el país puede acabar pasando hambre si no se les ayuda, basta para convencer a los socios comunitarios. Y a eso han añadido una cierta actitud de menosprecio, como de perdonar la vida a los demás.

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

Y, como digo, ahora las están pasando canutas.

Lo que pasa es que parece que no aprenden. Que se lo pregunten a Tsipras, con esa arremetida en público contra España y contra Portugal, acusándoles de haber formado un "eje" para derribar al gobierno griego.

Ya es, de entrada, una evidente incorrección, cuando no una falta del más elemental sentido político y aun común, que un presidente de Gobierno se dedique a criticar públicamente a otros países terceros. Pero más aún si se trata de socios del club, de esa Unión Europea que tiene que aprobar las ayudas que precisa Atenas.

Por incapacidad o tal vez por malicia, hacen las cosas tan mal que casi parece que están deseando que no les ayuden. Así podrán echar la culpa a otros, si el país se hunde.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena