¡Ánimo, presidente Sánchez! ¡Atrévete!

Begoña Gómez, en el desfile de Pedro del Hierro en la Mercedes Benz Fashion Week en febrero

El Gobierno anunció el martes un autodenominado ‘plan de regeneración democrática’, con 31 medidas, incluyendo cambios en la ley mordaza, ley de secretos oficiales y el Código Penal respecto a la protección de la libertad de expresión, el delito de injurias a instituciones del estado...

Pero la parte sustancial de ese plan tiene como objetivo directo los medios de comunicación.

Esos que tantos disgustos están dando al presidente, porque se empeñan en hablar del escándalo de la puesta en libertad de los condenados por los ERE’s de Andalucía, del caso de Tito Berni, del caso Koldo... pero sobre todo del caso Begoña Gómez. Un affaire, por cierto, al que el ex director de gabinete de Moncloa y ahora ministro de Transformación Digital, Óscar López, ha tenido la desfachatez de calificar como “caso Peinado”, con el nombre del juez instructor.

Sin olvidar, por supuesto, el caso del hermano de Pedro Sánchez.

Centrándonos en los medios, con el rótulo “Medidas para fortalecer la transparencia, pluralidad y responsabilidad del ecosistema informativo”, el plan anuncia nuevos estándares de transparencia de los medios; creación de un registro de medios con información sobre su propiedad y la inversión publicitaria que reciben; deber de publicación anual de inversión publicitaria por parte de todas las administraciones públicas; introducir criterios de transparencia, proporcionalidad y no discriminación en la asignación de la publicidad institucional.

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El príncipe François de Luxemburgo,
entusiasmado con el papa Francisco

 

También establecer mayores garantías de la independencia de los medios; auto-regulación de los medios digitales; una Estrategia Nacional de lucha contra las campañas de desinformación; ayudas de 100 millones de euros para promover la digitalización de los medios; creación en el Congreso de una comisión sobre desinformación, etc.

A propósito de ese objetivo de supuesta regeneración democrática, Carlos Alsina ha propuesto al presidente del Gobierno, en su programa de Onda Cero, unas medidas “por si le sirviera para predicar con el ejemplo para hacer nuestra democracia más sólida, más trasparente”. Y unas providencias que podría aplicar ya mismo.

Estas son las medidas que sugiere:

-Ruedas de prensa obligatorias del presidente del Gobierno todos los meses, en las que puedan preguntar todos los medios acreditados. Y que sean dirigidas, dando el turno de palabra, por asociaciones profesionales de la prensa y no por un empleado del presidente como ocurre ahora

-Obligación de quien ejerza la portavocía de Gobierno de responder a lo que se le pregunte, en lugar de soltar mítines contra el líder de la oposición desde La Moncloa.

-Obligación de difundir cuántos minutos ha dedicado el gabinete del presidente a gobernar, y cuántos a distribuir munición contra la oposición entre medios de comunicación y opinadores en las tertulias. Especificando, además, en qué norma, ley o reglamento está escrito que una de las funciones del Gobierno sea denigrar cada día a la oposición

-Obligación del presdente de conceder entrevistas a todos los medios de comunicación en igualdad de oportunidades, y no solo a aquellos a los que el Gobierno quiere privilegiar informativamente, como hace ahora

-Obligación de difundir con toda trasparencia las comunicaciones habidas entre el personal de la Presidencia del Gobierno y medios de comunicación. Quién ha llamado a quién y para qué. Por ejemplo, si el presidente llama un día al director de un medio de comunicación, digital por cierto, para presionarle con el fin de que no se publique una información que le incomoda. Así, todos podríamos saberlo y todos podríamos sacar una conclusión.

La ventaja es que no tendría que esperar. Pedro Sánchez podría poner en práctica ya este plan de regeneración. Sin dilaciones.

¡Ánimo, presidente! ¡Atrévete!

editor@elconfidencialdigital.es

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