El socialismo, como pollo sin cabeza

Comité Federal del PSOE

Una de las imágenes más chocantes, por lo llamativo y hasta ridículo, es ver caminar a un pollo después de que le hayan cortado la cabeza. He de decir que yo lo he presenciado más de una vez.

Pues así, como pollo sin cabeza, parecen andar los principales dirigentes socialistas estos días, tras el batacazo histórico que han sufrido en Madrid.

No es tanto por la misma derrota en sí, siendo esta una circunstancia especialmente dura, sino sobre todo porque no se aclaran con lo que les ha ocurrido.

No se lo acaban de creer. Tan es así, que se les escucha, ¡y ya es atrevimiento!,  afirmar que los madrileños se han equivocado.

En lugar de asumir sus errores, estudiarlos despacio, y a continuación disponerse a corregir el rumbo, se dedican a darse de cabezazos contra la realidad.

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La realidad es un resultado electoral demoledor, el peor cosechado nunca en Madrid, y con el agravante de una directa implicación del líder del partido, Pedro Sánchez, que confrontó con Isabel Ayuso pensando que no le duraría un asalto y ha salido derrotado casi por KO.

A estas alturas, aún no saben por dónde les da el aire. El desconcierto tiene que ver también con que, además haber sido barridos por el PP, se encuentran, por la izquierda, con la amenaza de un Más Madrid que ya les ha relegado a tercera fuerza en la Asamblea. Nunca había ocurrido cosa igual.

Muestra palmaria de esa situación de pollo sin cabeza son algunas declaraciones de sus líderes.

La izquierda derrotada en Madrid ha reaccionado insultando al 45% de los madrileños, que son los que han votado a Isabel Díaz Ayuso.

Carmen Calvo, número dos del Gobierno, ha llegado a referirse a ellos apuntando que se trata de gentes alucinadas, sin contacto con la realidad, porque, de haberlo tenido, habrían votado al PSOE.

Los socialistas, y en general el conjunto de la izquierda, se ha dedicado a abroncar a quienes no les han votado, en lugar de plantearse cuestiones como estas. ¿Era Gabilondo el candidato adecuado? ¿Hemos hecho una campaña acertada? ¿Nuestras propuestas eran las correctas? ¿Hemos sintonizado con la ciudadanía?

Porque el candidato cambió, de intentar ganarse a Ciudadanos, a buscar a Podemos. Tuvo que corregir sus propuestas de subir impuestos. Se dejó manejar por los cerebros de La Moncloa. Cayó en la dinámica de la crispación y se sumó a las “alertas antifascistas”. Pasó, de descartar a Pablo Iglesias, a proponerle ganar juntos las elecciones. Visto lo visto, ¿aún cabe afirmar que son los madrileños los que se han equivocado?

Problema añadido es que lo ocurrido en Madrid puede no ser un hecho aislado, sino marcar tendencia de futuro. Y eso les resulta muy preocupante.

Es más que probable que estas elecciones se conviertan en un punto de inflexión para el Gobierno y para Pedro Sánchez. Y encastillarse en que solamente han consistido en unos comicios regionales, en que Madrid no es España, y en que Díaz Ayuso no tendría ninguna opción en otros lugares, no parece la mejor reacción, si de verdad se plantean cortar la hemorragia que sale de la herida sufrida el 4 M.

Es de suponer, y aun desear, que en algún momento se imponga la cordura y la aceptación fría de los hechos.

Pero, mientras, siguen corriendo a lo loco, tambaleándose, sin darse cuenta de que, como a los pollos, les falta la cabeza.

editor@elconfidencialdigital.com

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