Ruido de sables (dos)

Hace unos días, planteé en este blog si puede hablarse de ‘ruido de sables’ en España. Y entonces concluí que no. Que no existe en las fuerzas armadas un clima de opinión “que sugiera, ni de lejos, la posibilidad de una intervención armada. Ni ahora, ni más adelante”.

Argumenté que este Ejército español “no es el de los años de la transición”, aquel que tantos disgustos proporcionó a este país, el más grave el intento golpista del 23-F.

No obstante, la noticia publicada ahora en El Confidencial Digital, sobre reuniones discretas de generales en Madrid, al menos dos en los últimos quince días, me deja un tanto escamado.

Hay, por cierto, quienes se llevan las manos a la cabeza por el hecho de que informaciones así se publiquen. El problema no es que se publiquen, el problema es que las reuniones se celebren. Y, por tanto, la cuestión no está en si se habla de ‘ruido de sables’; la cuestión es si lo hay o no.

Esa pregunta necesitaría, desde las instancias concernidas, una respuesta bastante más solvente que el simple “no sabemos nada”. ¿Quiénes se han reunido? ¿Para qué? ¿De qué han hablado? ¿Cuáles han sido las conclusiones?

Me cuesta mucho creer que una convocatoria de ese tipo, de generales, haya pasado inadvertida para los servicios de información, y en concreto para el CNI, que desde el 23-F tiene entre sus cometidos ocuparse de la involución militar.

Reitero que no estamos en los años setenta. Pero me quedaría más tranquilo si supiera que las autoridades se hallan al tanto de cualquier movimiento extrañó y preparados para cortar veleidades. Porque eso sí que son “quimeras”, utilizando una palabra del rey.

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