Amarrar la cartera

Se ven demasiados españolitos por la calle con una mano en el pecho. Y no es que hagan de modelos de El Greco, es que se la llevan al bolsillo de la chaqueta, porque no se fían de que alguien se les lleve los dineros.

Ahora -de sopetón, de golpe y porrazo, de improviso y por sorpresa- José Luís Rodríguez Zapatero ha decidido que tiene que sacar, en dos temporadas, 15.000 millones de euros -que ni José Tomás en Las Ventas- y el que más y el que menos piensa que de dónde, y el movimiento reflejo convierte a los ciudadanos en caballeros de la mano en el pecho.

Total no es nada. Un 0,5% del PIB en el 2010 y un 1% del mismo Producto Nacional Bruto para el 2011. Y lo peor de todo es la coletilla que dicen que el presidente del Gobierno le ha dado a modo de consigna a la vicepresidenta de la cosa económica que todo eso -más las propinillas que nos quieran colocar Angela Merkel y Nicolás Sarkozy- hay que hacerlo sin tocar el sueldo de los funcionarios ni los impuestos. O sea.

Y claro el que más y el que menos echa cuentas y se pone a temblar porque las cuentas no salen y por no salir, no se sabe de dónde van a salir los pocos euros que nos hacen falta. Porque deben de ser pocos a juzgar por la magnanimidad que nuestro presidente ha exhibido en sus dádivas a los griegos.

Lo único que tenemos meridianamente claro es que la culpa es de los especuladores y en cuanto Rodríguez Zapatero tenga un minuto libre entre ocurrencia y ocurrencia, entre improvisación e improvisación, la culpa la va a tener el vertido de combustible en el Golfo de Méjico. Y menos mal que ya no está Bush en la Casa Blanca porque si no, la culpa la hubiera tenido el vertido mucho antes.

Aunque las cosas no están para tomárselas a broma -y cuentan quienes vienen de Grecia que cuando se enteran los helenos de que hay un español cerca se lo toman a pitorreo y dicen aquello de los ‘próximos vosotros’- lo cierto es que ya no queda más que el recurso del pataleo. Patalear y llorar.

Claro que también quedan recursos que están perfectamente establecidos en la Constitución y que dejan meridianamente claras las posibilidades de relevo en el Poder Ejecutivo; incluso hay una iniciativa del propio partido en el poder que sería quien diera boleta a uno de los suyos que nos está tocando demasiado…la cartera.

 
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