Europa hoy: Éramos pocos...

Y ha parido Catherine Ashton. Y no precisamente un ratón. La alta representante de Europa para la política exterior ha parido una cosa que se llama Servicio Europeo de Acción Exterior. Una especie de tinglado diplomático que, naturalmente, contará con un montón de funcionarios y un alto presupuesto. 

Lo más divertido de todo han sido las palabras de  Guy Verhofsttadt, ex primer ministro belga y a la sazón eurodiputado por los liberales, que ha dicho con una sinceridad que le honra: ‘Era un asunto crucial. Primero hay que ponerlo a funcionar y después los 27 países ya verán las ventajas que  tiene’. 

Hay que empezar a sospechar que eso es Europa. Un montón de funcionarios, presupuestos millonarios, y después ya veremos para qué sirve. 

Por ejemplo, a la señora Asthton –que ni siquiera vive en Bruselas- se le acusa de trabajar poco, de no estar en los problemas exteriores reales y de que siempre llega tarde a las soluciones. Pues con todo y con eso monta un servicio diplomático. 

Claro que no es la única en tirar del presupuesto comunitario. ¿Se acuerdan de ‘mi Maleni’? Pues le han buscado un ‘curro’ en el Banco Europeo de Inversiones y se va a llevar 20.000 euros al mes, que son una minucia comparados con los 360.000 que el año2009 se llevó Trichet - ese señor que nos explica lo mal que va la economía y los ahorros que hay que hacer- o los 300.000 de Durao Barroso o Van Rompuy, también paladines de la austeridad. 

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

La realidad es que ni se trata de cifras ni de sueldos más a menos escandalosos. La realidad es, valga la redundancia, saber si Europa es una realidad o solamente una entelequia que se han forjado para sus usos personales, ideológicos y de partido una serie de políticos y de funcionarios que parecen vivir del cuento. 

Es significativo que en cuanto se arma algún follón en Europa y debe de oírse una sola voz, o se oye la del que más manda en ese momento, léase Alemania, Francia  e incluso Italia, o se oyen demasiadas opiniones encontradas y los acuerdos son más que difíciles. 

Quienes soñaron en una Europa parecida en su estructura sociopolítica a los Estados Unidos se han quedado con un par de narices. Y eso sí que es una realidad más que tangible.