Mientras operan a De Juana, un Sebastián ‘exhibicionista’ arremete contra Gallardón en esta curiosísima campaña

Ahora el problema lo tienen los llamados “institutos de opinión” para tratar de cuantificar los votos que su afición a los “álbumes de fotos” le restará al candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid y los sufragios que el afán de hurgar en vidas ajenas desde el patio de vecindad del ex de la Oficina del Presidente del Gobierno va a llevar a la urna de Alberto Ruíz Gallardón.

Como es impensable que el “incidente” de la foto fuera causado por una enajenación mental transitoria, hay que concluir que los asesores de imagen de Miguel Sebastián, a estas alturas de la campaña, estarán todos en el paro.

Se ha escrito que Miguel Sebastián ha ensuciado la campaña electoral pero lo que de verdad ha ensuciado ha sido “su” campaña y ha dejado su futuro político, personal y profesional en muy mal estado.

Decíamos la pasada semana que las campañas juegan malas pasadas a candidatos y comparsas, pero hay pasos que nunca se deben dar públicamente y que, si se dan, marcan para siempre. Toda la audiencia de televisión “entendió lo que Sebastián preguntaba a Ruíz Gallardón”, por mucho que ahora lo quiera adornar de “gestión municipal”. Y hay preguntas que, con foto o sin ella, una persona nunca debe hacer en público por muy perdidas que tenga las elecciones.

Aludía Ruíz Gallardón a la desesperación que la derrota producía en Miguel Sebastián y que le obligaba a semejantes despropósitos. Pero, ¿es que alguna vez, en algún momento, quizás, posiblemente, a lo mejor Miguel Sebastián pensó que podía ganar las elecciones? La explicación de tal bajeza no es fácil.

Tan difícil debe ser explicar lo que hizo el candidato socialista que Rodríguez Zapatero ni se ha enterado del “incidente”. También el Presidente se deja llevar de sus instintos y nos anuncia que en las próximas elecciones generales habrá un gobierno socialista. Eso ya lo sabemos, lo que interesa es saber qué Gobierno habrá después de las elecciones generales. Eso, sin mencionar que Rodríguez Zapatero se ha “contradizcado”: ¿no habíamos quedado que las próximas elecciones no eran unas primarias?

Y es que en campaña todos se pasan. Lo ha dicho el Fiscal General del Estado a propósito de las ilegalizaciones e impugnaciones –o lo que sean-: Quizás nos hemos pasado, pero ha colado. Una frase de doble sentido que se puede interpretar de muchas maneras o al menos de dos: ¿Se han pasado de condescendientes con la ETA y ha colado?, ¿se han pasado de duros con la ETA y ha colado? La segunda hipótesis no parece de recibo, entre otras cosas porque la ETA sigue encampanada.

Los debates están en el ojo del huracán, gracias a Miguel Sebastián pero, ¿sirven para algo? Si son como el de Sebastián provocan arcadas. Si son como el de Sabanés, Aguirre y Simancas, provocan bostezos. ¿Alguien cree de verdad que son útiles? Hay que ponerlo en duda.

Pero la campaña produce una especie de miscelánea noticiosa que tiene su gracia y hasta su morbo.

 

Las mujeres de Garachico, en Canarias, no se pueden presentar a las elecciones por aquello de quítame de ahí un par de ovarios y los etarras sí se pueden presentar, a lo mejor por falta de...valor en quienes tienen que impedirlo.

Solbes se desmarcó de la Oficina Económica de La Moncloa incluso antes de que Sebastián desenfundara el álbum de fotos, y Rodríguez Zapatero se deshace en elogios hacia el Vicepresidente en su tierra alicantina.

Simancas, que no se cree que pueda gobernar Madrid, hace promesas sin freno y eso nos pone los pelos de punta porque tampoco Zapatero se creía que iba a ganar y ahí están las promesas que hacía en la campaña.

Las víctimas del terrorismo tienen que pagar 3.000 euros por algo así como las costas de haber recurrido la sentencia de reducción de la pena a De Juana Chaos.

De Juana Chaos ya pasea menos porque tiene hemorroides y le operan. Pero seguro que se repondrá.

Decía Rodríguez Zapatero en un mitin en Logroño que el Partido Popular usará los votos contra el Gobierno. Lógico, porque ya no llega a tiempo para usarlos contra Sarkozy. El concepto que tiene el político leonés de lo que es la oposición es, cuando menos, “chusco”.

Llamazares compra lotería, el PSOE de Valencia regala tangas a las simpatizantes y Juan Fernando López Aguilar toca la guitarra en un mitin canario. Todo sea por el voto

Y para colofón de LA SEMANA, mostrar la extrañeza del periodista ante los “devaneos clínico- sanitarios” de los dos personajes más importantes del mundo jurídico español, léase el Ministro de Justicia y el Fiscal General del Estado. El primero se desvive por las recetas y por los fármacos que deben ser administrados a los españoles “estreñidos”. El segundo prescribe tratamientos más “globalizadores”.

Y en el fondo –muy en el fondo- de la campaña, los principios. Los de Zapatero, los de Rajoy y los de Groucho Marx.

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