El Papa en España

No por esperada la noticia de que en el 2011 Benedicto XVI estará en España, ha dejado de causar, emoción, alegría y gratitud. Pero también, el anuncio de que será Madrid la sede del próximo encuentro del Papa con los jóvenes de todo el mundo, ha provocado inquietudes en muchos ámbitos.

Ya se hacen cábalas en clave política y se calculan los días que faltarán para la campaña electoral, allá por finales de agosto, que es cuando el cardenal Rouco Varela ha fechado la celebración de las jornadas.

También hay apresurados que ponen la visita del Romano Pontífice en el punto de mira de la reunión entre el presidente del Gobierno y el arzobispo de Madrid. Tampoco han resistido algunos la tentación de augurar que la España que se encontrará el Papa, será más laicista y más proabortista.

Puede que todos lleven una parte de razón, pero también es posible que se esté errando el punto de mira, por cuanto la presencia física del Papa –aún teniendo en cuenta todo lo que de impulso supone para la fe y para la práctica de esa fe- no debe hacer olvidar que la impronta de sus palabras, de su pensamiento, de sus consejos y hasta de sus indicaciones prácticas, está o debe de estar siempre presente en la vida de los católicos.

Muy pobre sería la fe que, además de necesitar la presencia física del Vicario de Cristo, cuenta para su vitalidad con una fecha fija o con un acontecimiento concreto cada cierto tiempo.

El Papa, vendrá a España en Agosto de 2011 y disfrutaremos de él y de sus enseñanzas ‘en directo’ y sentiremos su aliento de padre cercano; pero Benedicto XVI está presente constantemente en nuestras vidas guiando nuestro andar de creyentes. Lo importante, con serlo y mucho, no es el acontecimiento concreto de su presencia, ni como va a recibirle el gobierno socialista, ni como va a ser la España que se va a encontrar el Papa. Lo importante será una vez más que, cuando llegue, sus palabras no sean ni flor del entusiasmo de un día eufórico, ni algo que suene a novedad porque habitualmente ni se le lee, ni se le sigue todo lo que sería deseable.

El Papa vendrá a España en Agosto y será algo de mucho bien para toda España y para todos los españoles de buena voluntad, pero habrá que prepararse, y la mejor preparación es seguir al día sus enseñanzas y ponerlas en práctica.

Porque el Papa YA está en España.

 
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