Rescate –¿o no?- a la gallega

Hay cosas que tienen que ser a la gallega. La merluza, las empanadas, el pulpo, el caldo... Hay otras que pueden hacerse o decirse 'a la gallega' y hay algunas en las que lo gallego, o lo que se entiende por formas gallegas, están de más.

'Caben dos posibilidades. Que esa agencia (Reuters) tenga mejor información que yo, lo cual es muy posible; o que no sea así, lo cual, a lo mejor, también es posible o no, qué más da'.

La frase reproducida la pronunció el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, al ser preguntado por los periodistas sobre las informaciones que hablaban de que la petición del rescate económico por parte de España era inminente. Evidentemente estamos ante una de esas cosas en las que el 'a la gallega' deja de tener su encanto y no tiene la más mínima gracia.

Es posible que se pida el rescate. Es posible que no se pida. Puede ser que se equivoquen quienes prefieren no hacerlo y que también se equivoquen los que creen que cuanto antes se haga mejor. Hay opiniones de todo tipo y la mayoría de los que opinan (empresarios, economistas, políticos, banqueros, financieros o responsables de áreas importantes) tanto aquí como en Europa, tendrán sus razones.

El único que, paradójicamente, no da ninguna razón ni a favor ni en contra es el presidente del Gobierno, que, otra paradoja, es el que tiene que decidir el sí o el no.

Mientras, el paro sube, la prima de riesgo no parece tener solución, los problemas se acumulan, los españoles no saben a qué atenerse, los inversores desconfían y los empresarios no arriesgan o no tienen ya qué arriesgar.

También mientras, se discuten independencias, autonomías, fraudes, rebajas y pérdidas de poder adquisitivo. Se estudian pensiones y jubilaciones y los asuntos públicos, más o menos confesables, se airean en juzgados y sumarios cuyo secreto nadie guarda. Las calles se manifiestan y los policías a duras penas aguantan el tipo.

Un panorama en el que solo falta que, una vez encendido, el puro explote, porque resulta que era de esos de las bromas de fin de año. Si es que se llega al 31 de diciembre.

 
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