Hay vida después de las elecciones americanas. LA SEMANA vuelve a la cruda realidad y Zapatero vuelve a su juego de las sillas en Nueva York

Aunque muchos no puedan creérselo, la elección de Obama no ha acabado con la crisis, ni con el paro, ni con la recesión, ni con la caída inmobiliaria. Por no acabar no ha acabado ni con Solbes ni con Blanco, que ahí siguen el uno en su duermevela, siempre como traspuesto, y el gallego por tierras cubanas enseñando democracia.

6.214 parados al día son demasiados parados como para que los políticos no se priven de decir sus tonterías habituales a propósito de la elección de Obama. Una galería de declaraciones que son como para ‘hacérselo mirar’.

Dice Felipe González que Obama ‘ya ha empezado a administrar las expectativas que se generan’. Hay frases que deberían ser esculpidas en los libros de historia.

Como cuando Anxo Quintana dice sin ponerse colorado: ‘Es una demostración de que la pelea por la utopía para defender los ideales merece la pena’. Aunque lo haya dicho en gallego, le escucha Obama y se pone a llorar.

Y Moratinos, siempre prudente y diplomático, que afirma: ‘Hay que respetar los plazos de la maquinaria estadounidense, que es lenta’. O sea, que hay que esperar sin impaciencias a que Obama llame a Zapatero para decirle eso de ‘Qué tal amigo’.

Pero el que ha dado toda una lección de ciencia política y de democracia ha sido el ministro Fernández Bermejo, al aseverar sin el menor temblor en la voz: ‘Un ganador tan nítido es señal de que el pueblo está detrás’

Y estaba detrás Rodríguez Zapatero, para quien la elección de Obama es ‘un gran acto transformador’.

Y Jorge Moragas, que dice tan terne que ‘Obama está a la derecha del Partido Popular’. Oiga, y en Navarra sin enterrarse.

Pero al que las elecciones americanas no le han interesado lo más mínimo y sigue pensando en su querida Unión Soviética es Gaspar Llamazares. Aunque con algo de retraso, ya se ha enterado de que ha habido cambios tras el ‘telón de acero’ y, a propósito de las elecciones americanas, de las que no se ha enterado, él sigue a lo suyo y va y dice: ‘Ha concluido el tiempo de los señores de horca y cuchillo’. Ha tardado en enterarse pero ya se ha percatado de que Rusia y sus satélites ya no son lo que eran.

 

Pero han pasado las elecciones, Bush se despide y llega Obama. Y aquí seguimos como siempre. Con Solbes balbuceando pronósticos económicos que nadie se cree y con el Partido Popular cada vez más raro, y no sólo en Navarra. Ya tenemos la polémica nuestra de cada día entre Aguirre y Gallardón –cansinos ellos-, ahora por los hombres anuncio de las calles madrileñas. Pero todo va bien y Rajoy nos contará que ‘el vestuario es una piña’. De momento la piña no se mueve de Génova para ir a la constitución de la gestora en Navarra, para dar muestras de lo independiente que será el PP navarro. Pues pasa como con las previsiones de Solbes, que ya no se las cree nadie.

Si seguirá todo igual que tanto Ibarretxe como Caros Rovira se van a gastar un dineral en embajadas de sus respectivas ‘naciones’ en el extranjero. Ahora es el momento de poner una embajada en el ala oeste de la Casa Blanca y hacerse amigos del nuevo jefe de gabinete, el judío Rahm Emanuel.

La administración también recobra la normalidad y los parados tardan más de 3 meses en cobrar el subsidio. Pero todo es normal.

Y volvemos a la lucha entre las competencias y las incompetencias de Garzón y su manía por los desenterramientos. Para el juez, mientras le dicen si es competente o incompetente, sólo cuenta no dejar en paz a los muertos… ni a los vivos.

Todo retoma el pulso. Rodríguez Zapatero sigue tomando medidas de emergencia. Nadie sabe para qué sirven esas medidas y hasta se ignora el porqué sí o el porqué no de la emergencia, pero él las sigue tomando mientras juega al juego de las sillas con Sarkozy para ver si se puede sentar en la cumbre o se queda de pie.

Si estará todo normal que hasta el conseller Huget, ese que está obsesionado porque volvamos a la guerra civil –ahora de catalanes contra españoles- ha comenzado a ejercer sus funciones de Conseller de Innovació e innovando, innovando, ha inventado el asesor retroactivo, y a un tal Alfons le nombró en agosto de 2008 y le paga 87.596 euros desde noviembre de 2006. Si eso no es innovar, que venga Obama y lo vea.

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