Los arcos de triunfo de Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Como a todo político con complejo caudillista, a Sánchez le encantan los arcos de triunfo y  Sánchez tiene dos. Uno que siempre lleva puesto y por el que se pasa la Constitución, sentencias, leyes, reglamentos, promesas y todo lo que se tercie, y otro portátil que es el que acarrea Bolaños e instala en mítines, reuniones de partido y saraos sanchistas.

Dicen los psicólogos que del odio al amor hay un paso. También hay quien asevera que de la indignación a la lástima hay un trecho mínimo.

Sánchez empieza a dar lástima.

Verle reír y hacer bromas (Ridi pagliaccio, que diría Leoncavallo) en las reuniones de partido -con el traje clarito y la corbata del optimismo- celebrando el aniversario de su vida, mintiendo descaradamente e intentando dar una imagen que no existe ni aun en las falacias, comienza a producir cierta pena.

Que Sánchez se vea obligado a proclamar ante sus senadores y diputados (dicho sea de paso la cosecha más raquítica lograda por el PSOE en unas elecciones) que “el Gobierno es ejemplar, respeta la separación  de poderes y prestigia las instituciones” provoca, tras el rubor y la indignación, un cierto movimiento de conmiseración hacia el personaje.

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Tras el “día de la victoria” (léase moción de censura) y en el “cuarto año triunfal”, Sánchez no tiene más proyecto, ni otra cosa que ofrecer al electorado, que los insultos y pretendidos sarcasmos contra la derecha. Poco bagaje para quien cifra su inmediato horizonte electoral en evitar la debacle total en Andalucía y se limita a esperar la coyuntura más favorable para convocar elecciones,  por si pilla descuidados a los demás y se salva por los pelos. Si además, todos se malician que le preocupa su porvenir y lucha por hacerse un hueco en los despachos de Bruselas, que Sánchez de pena a muchos  es totalmente normal.

Como a todo político con complejo caudillista, a Sánchez le encantan los arcos de triunfo y como está en tan buena posición económica, Sánchez tiene dos. Uno que siempre lleva puesto y por el que se pasa la Constitución, sentencias, leyes, reglamentos, promesas y todo lo que se tercie y otro portátil que es el que acarrea Bolaños e instala en mítines, reuniones de partido y saraos sanchistas.

Un balance de cuatro años que noes más que mentira tras mentira que intentan tapar otras mentiras.

Y busca desesperadamente el aplauso en los foros afines, mientras huye de los abucheos de la calle. Pero que nadie olvide que también en algunos entierros aplauden el paso del finado. Y que en no pocas ocasiones se aplaude al que causa pena.

Un balance que a estas alturas, además de preocupar, provoca lastima.

La carcajada (con respuesta). Dice Sánchez: “La única amenaza para el proyecto europeo es la ultraderecha y la derecha que la mete en los gobiernos y permite la entrada de sus postulados y sus políticas”

Respuesta: La única amenaza para el proyecto europeo es la ultraizquierda comunista y la izquierda que la mete en los gobiernos y permite la entrada de sus postulados y sus políticas”