Por la boca… Carmena: ocurrencia o maldad

Por arte de magia, la alcaldesa de Madrid ha hecho desaparecer de los carteles de las fiestas a la Virgen del Pilar. De las fiestas de los barrios madrileños ha sido suprimida toda alusión su origen y a su carácter religioso. Así, ya no hay fiestas de la Virgen del Pilar, sino fiestas populares de tal o cuál barrio.

Los dislates de la edil madrileña se vienen calificando de ocurrencias. Ocurrencia, supone una cierta carga de improvisación, de algo escasamente meditado que surge de pronto en el cacumen de alguien que no sabe muy bien a donde dirige sus pasos. Pero cuando la ocurrencia ataca de forma sistemática las creencias religiosas y tradiciones acendradas en los ciudadanos, hay que empezar a sospechar que se ha pasado de la ocurrencia improvisada a la maldad premeditada y, en consecuencia, se hace difícil diferenciar una de otra.

En cualquier caso sería bueno brindar a Carmena algunas ideas para que pueda ampliar su catálogo de ocurrencias o su elenco de maldades.

Por ejemplo:

La ofrenda de flores a la Virgen de la Almudena se realizaría, en el mismo entorno callejero, a la estatua del Cabo Noval.

Las fiestas de Navidad, podrían denominarse ‘fiestas de las luces callejeras y de grandes superficies’.

Ya no habría cabalgata de los Reyes Magos, se sustituiría por la cabalgata de los presidentes de la II República y los egregios personajes se llamarían Niceto (Alcalá Zamora), Diego (Martínez Barrio) y Manuel (Azaña).

La calle de ‘Válgame de Dios’ cambiaría su nombre por el ‘P’a habernos mataó’.

La Plaza de Santa Cruz, y su correspondiente palacio, se llamaría, ‘Plaza de la Intersección’.

 

Las fiestas de la Virgen de la Paloma serían conocidas como las ‘Fiestas de la famosa Zarzuela’.

La Plaza de Cristo Rey se trocaría en ‘Plaza de un legendario Jefe de Estado’.

La calle del Amor de Dios, podría transformarse en calle del ‘Amor sin prejuicios’.

La calle de San Justo dejaría su cartel a la calle de los ‘Jueces del cuarto turno’.

La Carrera de San Jerónimo podría ser la ‘Carrera de la Fórmula I’.

Y la calle de Santa Isabel, calle de la ‘Prima de riesgo’.

Entre otros muchas posibles ‘mejoras’ del callejero madrileño.

Porque a una alcaldesa que dice que hay que desterrar la moda de que los hombres vistan en verano con traje y corbata, ¿qué más la da?

Porque como decía don Antonio Machado, ‘En España, de cada diez cabezas, una piensa y diez embisten’. 

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