Por la boca… Comprar y soplar

Como estamos en una economía de libre mercado, cada uno puede comprar lo que quiera. Por ejemplo Jacques Deval compraba horas y Jordi Pujol junior compra pitos. O al menos eso es lo que cuenta esa novia tan lenguaraz y tan viajera a Suiza que tenía. Son los inconvenientes de tener una novia con la maleta siempre hecha y la lengua tan suelta. No sabemos si la susodicha fue a la final de la Copa del Rey y tampoco si se benefició de algunos de los pitos que tan altruistamente había sufragado su prometido y, ni tan siquiera, si gritó lo de ‘el Borbó’.

El caso es que la superfamilia no sale de una cuando ya se ha metido en otra; y todo en vísperas de la consulta. Que alguien medianamente serio, de familia más que medianamente acomodada y se supone de buena crianza, se dedique a comprar pitos para soplarlos contra el Rey de España o que subvencione las algaradas ‘anti Borbó’ que tienen lugar en Cataluña, es poco de recibo y dice menos en relación a esa persona; pero que además lo cuente y encima se jacte de ello ya empieza a tener visos de paranoia. Y esa paranoia está en el parlamento de Cataluña y no hubo una sucesión dinástica porque Dios no quiso.

Una vez más, si le buscamos el reverso al asunto hay que llegar a la conclusión de que estamos en manos de gente que es muy poco de fiar, no ya en el plano de ‘honradez acrisolada’ del que es mejor no hablar, sino simplemente en el ámbito de la más mínima inteligencia. Porque además de ser poco espabilados, por decir algo, encima cuentan que son poco espabilados.

Esta saga, ampliada a otros de su misma cuerda, son los que además de pitar, quieren montarnos el follón en Cataluña, y son a los que algunos políticos de tres al cuarto les dan la categoría de interlocutores válidos para opinar y decidir por todos los catalanes y hasta por todos los españoles. Alguien tiene que recapacitar y pasar de sus fechorías supuestamente delictivas, para darles la categoría  -Antonio Burgos dixit- de tontos con balcones a la calle.

Vamos que son tontos hasta para tener novia.