Por la boca… Corrupción: la lucha, contra, se les supone

Que la inmensa mayoría de los partidos y de sus candidatos, recurran a la lucha contra la corrupción como base de sus propuestas electorales, resulta escasito.

Faltaría más. Es de ‘perogrullo’ que a cualquiera que se presente a unas elecciones solicitando el voto y, por lo tanto, que sus conciudadanos le otorguen su confianza, la honradez se le suponga y que luchará contra la corrupción, es algo que se cae por su peso.

Bien es verdad que, como constantemente se están a acusando unos a otros de falta de honradez y los dossieres van y vienen a su antojo de mitin en mitin, hacer protestas de la honradez propia e intentar demostrar los agujeros negros del otro se ha convertido en un recurso dialéctico más. Pero resulta pobre.

Se vislumbra un tiempo de pactos, y todos ocultan sus cartas en la manga, pero que solamente se hable de corrupción, hace pensar en una alarmante falta de ideas.

La duda asalta a cualquiera: o no se les ocurre nada que ofrecer o la corrupción es de tal calibre que los árboles no dejan ver el bosque. Además, el estar contantemente ‘manoseando’ el asunto, tiene el peligro del acostumbramiento y solamente nos faltaba a los españoles, dar a la corrupción la vitola de inevitable o de ser el pan nuestro de cada día.

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Escuchar a Albert Rivera afirmar que pretende gobernar para acabar con la corrupción; oír a Mariano Rajoy presumir de que en su partido no hay corruptos porque han sido expulsados; ver a Pedro Sánchez sacar a relucir, una y otra vez, los fantasmas de Rato o de Bárcenas o cómo Pablo Iglesias el único recurso que emplea es el de llamar ladrones a los demás, causa estupor a la hora de reflexionar el voto, tristeza como ciudadanos y hastío de políticos, ya antes de que hubiera empezado la campaña.

Porque la lucha contra la corrupción está muy bien y es algo que hay que hacer siempre, porque siempre habrá corruptos, pero no se puede dar por hecho que es el principal y a veces único objetivo de quienes solicitan el poder. Cuando se pide el voto en unas elecciones lo primero que hay que decir a los ciudadanos es para qué se quiere su confianza.

Que son honrados y que lucharán por apartar a los que no lo son, se supone en cualquier político.

Demasiados tópicos se manejan en las campañas electorales, como para que algo tan extremadamente grave como la corrupción, sea una cantinela más y un slogan de pancarta.