Por la boca… Sánchez, un “platón” de la política

El exasesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García, durante su comparecencia en la Comisión de investigación del Senado sobre la compra de mascarillas durante el COVID-19 (Foto: Eduardo Parra / Europa Press)

Como los que ha puesto a su alrededor, en eso que llama gobierno de progreso, solamente valen para progresar ellos, Sánchez se tiene que encargar de todo y cómo Sánchez no tolera que nadie haga nada sin que lo haya mandado él, se le acumula el trabajo. Se tiene que ocupar desde la economía o la política exterior, de los fiscales y los jueces, las encuestas, la censura a los “pseudomedios”, las permanentes campañas electorales, los teléfonos de Koldo y de Aldama, los negocios domésticos y fraternos o las pandemias, pasando por las mentiras y hasta por controlar el tiempo de las intervenciones parlamentarias, porque a Armengol se le va el santo al cielo y se pasan de rosca.

A Platón, que según dicen se llamaba Aristocles, le llamaban Platón por la anchura de sus espaldas. Y si se hace caso de muchos comentaristas de deportes, que dicen eso de que “fulanito se ha echado el equipo a la espalda”, habrá que concluir que Sánchez se echa, cada día, el país a la espalda.

Un no parar, un sin vivir, un no poder conciliar (Díaz mediante) y por eso, de vez en cuando, se tiene que tomar un respiro de cinco días. Atendiendo al título de alguna serie televisiva, “así no hay quien viva”. Y las arrugas- las canas a los guaperas les quedan bien- son muy traidoras, a pesar de los afeites. 

Como los que ha puesto a su alrededor, en eso que llama gobierno de progreso, solamente valen para progresar ellos, Sánchez se tiene que encargar de todo y cómo Sánchez no tolera que nadie haga nada sin que lo haya mandado él, se le acumula el trabajo. Se tiene que ocupar desde la economía o la política exterior, de los fiscales y los jueces, las encuestas, la censura a los “pseudomedios”, las permanentes campañas electorales, los teléfonos de Koldo y de Aldama, los negocios domésticos y fraternos o las pandemias, pasando por las mentiras y hasta se ve en la necesidad de controlar el tiempo de las intervenciones parlamentarias, porque a Armengol se le va el santo al cielo y los oradores de la oposición se pasan de la hora y de lo que dicen. 

Y menos mal que la cosa de la imagen, la indumentaria para los mítines o la de andar por Europa y el maquillaje de las comparecencias, se lo dan resuelto. Más o menos.

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Le pasa, a Sánchez, lo que a la protagonista de aquella letra (machista, por supuesto) de Rafael de León, que cantaba Ángela Molina: 

Yo estoy compuesta y sin novio porque tengo mis razones.

Marío, suegra y cuñaó. Tres niños y uno de cría. 

Que la plaza, que la gripe, que tu mare, que la mía,    

Son muchas complicaciones.

Soltera p´a toa la vía.

Para Sánchez todo son complicaciones y las tiene que resolver en solitario, políticamente soltero o, lo que es peor, amancebado para seguir mandando, con separatistas y comunistas

A Sánchez se le rompe el Gobierno y el progreso; se le encampana Puigdemont; hasta se le rebelan algunos jueces y fiscales. Ya, ni Albares (aunque sea con sombrero ancho y por bulerías), ni Montero, ni López (pero Pedro ¿tú sabes lo que es una nación) ni Marlaska, ni Tezanos, ni García Ortiz, ni Illa, ni Cerdán, ni los medios que “no son pseudomedios”, dan para más. Ni siquiera Puente, que últimamente va algo retrasadillo…

Y lo más intolerable e insufrible es que hasta pierde votaciones en el Congreso y se ve obligado (a dónde vamos a llegar) a retirar proyectos de ley, aunque la amnistía… ni tocarla.

Además, por si fuera poco, Felipe se permite zaherir y enfangar a Zapatero (¡uy! como se entere Maduro) que es el inspirador, el mentor, el valedor y hasta el paradigma de Sánchez y dice –Felipe- sin cortarse un pelo que: “No sé de qué va a salvar al PSOE, su herencia fue terrorífica”. Y ya desmelenado, le dice de Sánchez eso tan injusto de que “una cosa es gobernar y otra estar en el Gobierno”. Y afirma el ex, que “la amnistía, violenta un principio de la Constitución”.  O sea, como queriendo decir… 

Y es que ya, la máquina del fango la maneja cualquiera con el único objetivo de “quebrar” a Sánchez. Pero menos mal que “van listos”.

No es que Sánchez no crea en el equilibrio y la separación entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial (que no cree), es que se tiene que encargar de todo y, como las ideas le dan para lo que le dan, todo lo tiene que hacer a base de brazos y eso es muy agotador.

Una agonía.

La carcajada… Presuntamente (por supuesto) Aldama tiene en su móvil, los teléfonos de Gómez y de Ábalos.