Por la boca… Tú también

Como parece que estamos condenados a tener cada día y en cada rincón, nuestra ración de imputados (ahora investigados) y la correspondiente porción de presuntos corruptos, ahora nos ha tocado en el Partido Socialista de Galicia. Nada más y nada menos que en la persona de su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro (otra coincidencia de apellidos) que, además, estaba preconizado por Pedro Sánchez para candidato a la presidencia de la Xunta.

Y es que cada vez que Pedro Sánchez mete la mano en el socialismo de alguna autonomía, monta el pollo. Salvo en Andalucía, en donde meter mano le resulta imposible por la pudibundez política de Susana Díaz, en el resto -con barra libre- acierta pocas veces y si no, que se lo pregunten a los socialistas madrileños.

Ante la evidente ración de corruptos que nos comemos cada día, los políticos dicen siempre que no hay que jugar a eso del ‘y tú más’, que a todos se les viene a la boca para zaherir al contrario y cubrir en algo las propias desnudeces, pero una cosa es eso y otra no poder decir siquiera el ‘y tú también’. Puede ser cansado porque la frase estará en la boca del que más y el que menos a todas horas, pero hay que decirla.

Es una frase que tendrían que pronunciar muchos medios de comunicación y que debería de calar en la opinión pública, para que las acusaciones de corrupción, con el consiguiente desgaste político y sociológico, no cayeran siempre del mismo lado.

La corrupción política en España es una, plaga y, como todas las plagas, está más bien generalizada. Por eso sería tan higiénico que todos nos aplicáramos a pronunciar el ‘tú también’ y el ‘estos también’ y no dejar –de cara a lo que piensen los españoles- ni el más mínimo resquicio a que unos se salven y otros sean condenados a la hoguera. Habrá que montar más hogueras, pero es lo que hay.

También dicen los políticos, quizás lleven razón, que no todos son iguales.

Iguales no, pero muy parecidos. Sí.

 
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