Por la boca…Las previsiones sucesorias

Están las cosas de tal manera con eso de si Rodríguez Zapatero se va o se queda, que uno cuenta en las tertulias aquellos chistes de cuando Franco y queda tal cual. O sea, que las previsiones sucesorias están de actualidad alimentadas, fundamentalmente, por los de dentro del régimen zapaterista.

Desde el viaje ‘presidencialista’ de Pérez Rubalcaba a ‘pedir a las autoridades del lugar que aceleren los trámites para detener a los asesinos de nuestros guardias civiles’, pasando por las palabras de Gómez y demás compañeros autonómicos, hasta el ‘aquí estoy yo’ de José Bono, desde ahora hasta las municipales y autonómicas vamos a ver y a escuchar de todo.

Primero ya nadie se corta y segundo la piedra de toque va a ser la batalla de alcaldes y presidentes haciendo filigranas para que el presidente del Gobierno ‘ni aparezca’ por sus dominios. Vamos que todos van a decir aquello de que ni está ni se le espera.

Y esperársele, lo que se dice esperarle, no es que le espere nadie, pero estar, vaya si va a estar. No va ser fácil que Rodríguez Zapatero se vaya sin más y deje el paso expedito a otro candidato. Sigue pensando que el tiempo es su aliado, tiene fieles que le aconsejan que espere y en cuanto la cosa mejore un poquitín y Merkel le de dos palmaditas más en el hombro, y él da el paso adelante y le tenemos en los carteles.

Pero una vez más hay que decir y preguntarse si los españoles merecemos este trato por parte de quien nos gobierna. Hay que preguntarse si los militantes socialistas merecen que su líder les tenga a la ‘luna de Valencia’ y hay que preguntarse si el desgobierno que sufrimos es fruto en todo o en parte del desconcierto que hay en el propio Gobierno y en el partido socialista ante la incertidumbre de no saber a quién van a llevar de cabeza de cartel en las próximas generales.

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En el PSOE están que no les llega la camisa al cuerpo y los que se postulan lo hacen, según su forma de ser, con sordina o abiertamente, pero se postulan y eso desconcierta aún más a todos.

El viaje de Rubalcaba no tiene ni pies ni cabeza, las posturas de Bono son de foto antigua y las palabras de Gómez sobre los mercados, de economista del siglo XIX.

Mientras, los fieles, las leirespajines, los pepepesblancos, laschacones y demás compañeros, no saben a qué carta quedarse o, mejor dicho, se temen que se van a quedar sin cartas en cuanto se descuiden lo más mínimo, y los que permanecen en el machito del Gobierno pero no son tan fieles, mantienen expectativas para ver si ‘ganamos nosotros o pierden ellos’.

Y Rodríguez Zapatero ya no puede hacer más. Se esconde, sale, sonríe, se deja toquitear por la Merkel, se vuelve a esconder, vuelve a salir…

Y hasta es capaz de traicionar su propio ideario, que eso sí que le debe de doler.