Por la boca… Sánchez: el militante impertinente

Lo peor que le puede ocurrir a un político, por muy torpe que sea, es estar fuera de la realidad y crearse la suya propia. A poco que echara la vista atrás, y examinara su curriculum político, Pedro Sánchez, si no sonrojarse, algo arrebolado tendría que ponerse.

Pocas trayectorias y en menos tiempo han cosechados tantos fracasos. Fracasos para su partido –los peores resultados en elecciones generales- y para sí mismo, con una salida ‘accidentada’ de su despacho en Ferraz y hasta una investidura fallida.

Desde su nube, Sánchez, no solamente se presenta a unas primarias sino que lo hace atropellando toda coherencia, ignorando su historial y pretendiendo, desde su condición de militante de base, dirigir la política del Partido Socialista, sus alianzas, sus planteamientos y su posición frente al Gobierno y frente a otros partidos.

Mientras no se sustancien las primarias del PSOE, Pedro Sánchez no es más que un militante de base que aspira a secretario general, por eso extraña su actitud de líder que quiere dirigir a propios y extraños.

El diccionario de la RAE define impertinente, en segunda acepción, como alguien que dice o hace cosas que están fuera de propósito. Según eso, Pedro Sánchez es un militante impertinente. Tanto en sus cartas a la ejecutiva como en sus discursos, o cuando reparte ‘consejos’, hay que reconocer que abundan los despropósitos.

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Aunque ya nos tiene acostumbrados, la nada y el vacío presiden sus pretendidos proyectos ‘para cuando…’ Una vez más, la única meta del que quiere volver a la secretaría general de un partido tan fundamental para España como el Partido Socialista, es echar a Mariano Rajoy. Porque a juzgar por sus discursos –de cada diez palabras, nueve pronuncia ‘Rajoy’- ni siquiera pretende apear al Partido Popular, todo su afán, su rencor, su atavismo, su fijación o no se sabe muy bien qué, se centra en Mariano Rajoy.

Poco bagaje para ser secretario general del Partido Socialista y mucho menos para intentar ser presidente del Gobierno de España.

Pues así y todo, ahí tenemos a Pedro Sánchez. Y hasta puede llegar a ser secretario general y presidente.