Por la boca…Volveré

‘Volveré’ es una frase histórica que, todo parece indicar, ha pronunciado -aunque tácitamente- Pedro Sánchez. Vuelva o no vuelva, lo traumático de su salida de la Secretaría General del Partido Socialista podría suponer un enfado absoluto, un desánimo grande o una desilusión lo suficientemente decisiva como para buscarse la vida lejos de la política. Pero Sánchez se ha apresurado a decir que sigue en su escaño y que se debe a sus electores. Por tópica que parezca la frase, deja meridianamente claro que va a pretender volver o simplemente que no se ha ido.

Muchos recuerdan la dimisión y vuelta de Felipe González y, aunque la situación es bien distinta, no sería de extrañar la vuelta de Pedro Sánchez en forma de candidato a las primarias.

Mientras llega el momento de que los socialistas tengan un nuevo líder, van a ocurrir muchas cosas que, sin más que seguir el calendario de las próximas tres semanas, van a obligar al propio Sánchez a una serie de tomas de posición política que pueden influir decisivamente en su futuro y en su hipotética vuelta.

Habrá que aclarar su situación en el grupo parlamentario; hay que definir la posición en la que quedan sus seguidores y, lo que será decisivo, cuál será su actitud y sus decisiones a la hora de la verdad que sonará en el momento en el que los parlamentarios socialistas se levanten a votar en una supuesta investidura de Mariano Rajoy.

Además, antes de llegar a la posible investidura, habrá que decidir y, en su caso negociar, si se va a unas nuevas elecciones, si se propicia que Rajoy llegue a la sesión de investidura y, si llega, cuál será el voto socialista.

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En todo ello, por si mismo, o a través de su gente, Pedro Sánchez estará presente y  va a influir en esas decisiones.

¿El no, seguirá siendo no? ¿Se levantará Sánchez en su escaño para abstenerse? ¿Soliviantará ‘en armas’ a la militancia que él supone que está a su favor? ¿Hará valer la influencia que, indudablemente, tiene en su partido?

Entre otras muchas circunstancias hay una que va a jugar a su favor: paradójicamente la desoladora situación en la que Sánchez ha dejado al Partido Socialista -con el dilema en el que se encuentra la Gestora y el que se va a encontrar el Comité Federal- el ex, tiene aún muchas bazas para jugar en su favor y para favorecer su vuelta.