El inútil total

No pocos pusieron en duda que el Gobierno exhibiera su mejor sentido de la oportunidad en el que se ha dado en llamar ‘viernes negro’.

Y otros cuantos empiezan a plantearse si no ha sido todo una operación de despiste cuando alguien en La Moncloa pensaba que Bruselas venía a empitonarnos o a salvar nuestra economía como ha hecho con la irlandesa.

Sea como fuere, las cosas están cada vez menos claras y hasta hay quien opina que el Gobierno está dando marcha atrás o, al menos, dulcificando sus primeras posiciones.

Los que toman posiciones son los propios controladores que se han negado, en principio, a declarar ante las jurisdicción ordinaria, alegando que, si están militarizados, debe de ser la justicia castrense quien juzgue sus actos, delictivos o no.

En cualquier caso el delito de sedición es grave y el Fiscal General se ha reunido en Zaragoza con todos los fiscales para, dicen, unificar criterios.

Todo demasiado revuelto en el momento en que Mariano Rajoy tiró de hemeroteca y en tono entre jocoso y misterioso dijo aquello de que ‘el ministro de Fomento es un inútil total e incapaz’, para después, mientras aún el hemiciclo no había salido del estupor, tirar de periódico rancio y explicar cómo aquellos epítetos los había aplicado Alfredo Pérez Rubalcaba, estando en la oposición, para calificar al ministro del ramo que, naturalmente, era del Partido Popular, formación que a la sazón estaba en el banco azul.

La sesión estaba rota y ya era igual que Rodríguez Zapatero dijera que en 20 años el único ministro capaz de hacer frente a los chantajes de los controladores había sido José Blanco y era lo mismo que Duran i Lleida tratara de poner paños calientes y tafetanes o que Gaspar Llamazares saliera, como suele, por peteneras.

Hay que decirlo claramente. Lo de los controladores se le puede ir de las manos al Gobierno, cuyo presidente balbuceaba cuando se le preguntaba por el plazo que se propone establecer para derogar o prorrogar el decreto.

Es muy posible que en esta partida a tres bandas: Gobierno, oposición y controladores haya que jugar todavía muchas bazas y que ni los propios jugadores sepan muy bien qué cartas tienen en las manos.

 

Y también es muy posible que haya más de un inútil total, aunque esté fuera de las hemerotecas y se sitúe en la más rabiosa actualidad.

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