No todo vale

Acostumbrados a juzgar y a criticar a los políticos, se nos pasan, no pocas veces, sucesos y actuaciones de la llamada sociedad civil que merecen –en según qué casos- reproches y críticas.

Una casa de apuestas ha puesto en circulación una apuesta en la que se puede ganar un dinerito  o  -si se quiere arriesgarlo-  acertando a qué jugados estará dirigido el primer mordisco de Luís Suárez en la Liga española.

Es sencillamente vergonzoso.

No solamente supone una falta de respeto al propio jugador que ya está pagando,  y con creces, sus errores, sino que es un desprecio a las más elementales normas de convivencia.

Explica el avispado representante de la empresa de apuestas que, con los antecedentes del futbolista, es de esperar que reincida, supuesto lo cual, la empresa se dispone a ganar dinero con quienes apuesten si el primer mordido será Cristiano Ronaldo, Pepe o Bale. Todo está estudiado y han llegado a la conclusión, por ejemplo, de que  más barato apostar por Pepe, quién es más dado a los rifirrafes agresivos y más rentable hacerlo por Bale a quién se le suponen menos posibilidades de ser mordido, debido a su carácter más pacífico en el terreno de juego.

Todo muy divertido, muy ‘marketiniano’, y muy en la línea de quienes creen que todo vale en el mundo de la mal llamada creatividad.

 A la sucesión y emisión constante de anuncios y programas zafios que no se sabe muy bien a qué público pueden ir dirigidos, hay que soportar ahora las apuestas sobre a quién morderá determinado futbolista, cuantos años durará tal o cual pareja o a quién insultará el famosillo de turno.

Lo más preocupante es que, como esas empresas  y ciertos grupos mediáticos y publicitarios, no dan puntada sin hilo, hay que sacar la conclusión de que saben muy bien lo que hacen, a quiénes se dirigen y, lógicamente, que ese tipo de acciones les son rentables.

Al parecer, es lo que hay.