Por la boca... VuELve EL magnánimo y EL altruista

Cartel que anuncia el regreso de Pabo Iglesias.

Las invocaciones a la Constitución y al derecho a la vivienda, a la distribución de la riqueza y los ataques a la banca y a los medios de comunicación, son una muestra evidente de una vuELta presidida por la magnanimidad y el altruismo.

Aunque no puede decirse que haya sido una vuELta como las de José Tomás, tampoco ha estado mal y, a pesar del ruedo/escenario con muchos metros de diámetro que camuflaba la afluencia de gente, lo cierto es que la vuELta era esperada y que los fieles siguen siendo fieles.

Además ha sido una vuELta ejemplar y sobre todo magnánima. Algunos dirán que en plan perdonavidas pero hay que reconocer que la magnanimidad y el altruismo han sido los grandes protagonistas.

Magnánimo, según el diccionario, es aquel que tiene noble temperamento y grandeza de espíritu y se comporta con generosidad. O sea, como anillo al dedo.

Porque hay que ser muy magnánimo y muy altruista para invocar con todo el énfasis  el artículo 47 de la Constitución que habla del derecho de todos los españoles a una vivienda digna y regula la utilización del suelo para evitar la especulación. Magnanimidad y altruismo para pensar en la vivienda de los demás, cuando uno ya tiene el problema bastante bien resuelto.

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Porque  hay que ser muy magnánimo y muy altruista para invocar con todo el énfasis el artículo 128 de la Constitución que dice que toda la riqueza, en sus distintas formas y de cualquier titularidad, está subordinada al interés general. Magnanimidad y altruismo para pensar en la riqueza y el bienestar de los demás, cuando uno ya ha conseguido un buen pasar, muy por encima de la media.

Porque hay que ser muy magnánimo y altruista para hablar de la lucha contra los privilegios y los negocios de la banca, cuando a uno ya le han concedido los préstamos para la cosa de la vivienda.

Porque hay que ser muy magnánimo y altruista para denostar a los medios de comunicación y a los periodistas, cuando uno ha utilizado y utiliza a su antojo medios de comunicación y periodistas.

Porque hay que ser muy magnánimo y altruista para asumir la gran preocupación de los madrileños, que están en un sin vivir, hasta que Manuela Carmena anuncie a los cuatro vientos a quién va a votar en las generales.

A la vuELta, el magnánimo, solamente se ha permitido un deseo personal y se ha postulado para formar parte del futuro gobierno de Pedro Sánchez.

Claro que lo ha hecho en aras de su entrega altruista al bien de los españoles, incluso poniendo a contribución su natural magnánimo.