El CIS deja helado al PSOE

            En un día  en que España entera sufría una ola de frío intenso, con nevadas y heladas de gran intensidad, quien se quedó helado ayer  fue el PSOE por la encuesta del CIS, en la que “Podemos” desplaza al PSOE como segunda fuerza en estimación de voto.

El pánico en el PSOE ya era muy notable antes de conocer los datos del CIS correspondientes a enero. Pero el CIS ha confirmado los peores presagios socialistas.  No es mera impresión mía, es que lo dicen diversos líderes socialistas: “hay un profundo desánimo en el partido”. Los motivos del desánimo, en síntesis, son dos: el ascenso vertiginoso de “Podemos” – que en varias comunidades autónomas  puede ser el segundo partido más votado, por delante del PSOE, y tal vez en las elecciones generales- y un liderazgo de Pedro Sánchez más que discutido.

            En pocos meses, los socialistas han pasado a dar por hecho que serían el segundo partido más votado y que podrían encabezar  tripartitos o cuatripartitos a lo largo de la geografía española. Sin embargo, las encuestas son tozudas, y en estos momentos hay un empate en intención de voto entre los socialistas y “Podemos”, o con ligera ventaja para la formación de Pablo Iglesias, y un dato del CIS más que preocupante para los socialistas.

 Más allá de fotos y sonrisas, de frases que buscan reanimar a dirigentes y votantes, en el PSOE califican como un auténtico “desastre” la posibilidad de que, por primera vez, sean el tercer partido en votos y escaños, y en ese caso no podrían liderar cambios políticos.

            La Conferencia Autonómica del PSOE del pasado fin de semana en Valencia no ha servido, precisamente, para dar la vuelta a esa sensación que se ha instalado en las filas socialistas, sino todo lo contrario. Les cuesta lo indecible llenar aforos ya de por sí discretos, y se encuentran con la dificultad de movilizar asistentes, percibiendo el desaliento en los cargos intermedios, locales o, simplemente, votantes o simpatizantes.

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            Había expectación por escuchar a Susana Díaz, a la vez de un expresado temor a que el contraste entre Susana Díaz y Pedro Sánchez ahondara la crisis de liderazgo del actual secretario general. Daban por hecho que Susana Díaz recibiría más apoyo, más aforo y más peso que el actual secretario general, pero una gripe – oportuna para Pedro Sánchez – ha impedido un mayor desgaste de Sánchez, inmerso en un maremoto que no controla.

            Lo que me resulta más curioso es que algunos líderes socialistas atribuyan a los medios de comunicación la delicada situación de Pedro Sánchez, cuando es más que evidente que le han movido la silla líderes históricos del PSOE y la propia Susana Díaz, que comprueba que ella atrae más votos por su propio nombre y peso que las propias siglas del PSOE.

 Asombroso, una vez más: “el mensajero”, los medios de comunicación, aparecemos  como responsables de consolidar o demoler un liderazgo político. Es siempre la excusa fácil, en vez de reconocer errores o responsabilidades en el seno de un partido político.

            Si hay pánico en el PSOE, en Izquierda Unida hay desolación, porque lo ha fagocitado “Podemos”, pero es que los socialistas creían que tocaba ya un cambio de ciclo político en su favor, y se encuentran que lo que más desgasta es la oposición, no el poder, aunque el PP tiene su particular incertidumbre… aunque le puede venir bien el dato del CIS para movilizar a indecisos y abstencionistas, al ver el auge de “Podemos”.