Fiesta tensa en la Comunidad Valenciana

            La fiesta del Día de la Comunidad Valenciana, que se celebra hoy,  9 de octubre,  conmemorando la conquista de Valencia por el rey Jaime I, tendrá este año altas dosis de tensión. Habrá diversos actos festivos, pero también se pondrán de manifiesto las circunstancias difíciles que afectan a las tierras valencianas, por sí mismas y por la influencia del movimiento independentista en Cataluña, que pretende agrupar  con fuerza renovada  a lo que denominan Países Catalanes.

            No comparto la tensión que ha provocado Esquerra Unida, anunciando que no acudirá al acto del Palau donde se conceden las distinciones anualmente, porque está en desacuerdo con la distinción a Felipe VI y a la Real Academia de Cultura Valenciana. Les mueve su ideología republicana,  y también el  catalanismo, que choca con la defensa de la identidad valenciana que lleva a cabo la Real Academia Valenciana.

            El acto, hoy,  en el Palau es un acto institucional y deben estar presentes cuantos ostentan la representación política ciudadana, compartan o no las distinciones otorgadas. La discrepancia en las ideas no debe llegar a la autoexclusión de nadie,  máxime  cuando representa a unos ciudadanos valencianos, como es el caso de un partido político.

            Por otra parte, diversas entidades catalanistas, bajo el impulso de Acciò Cultural del País Valencià, se manifestarán este año con mayor empeño, y previsible mayor asistencia por la llegada de catalanes que pretenden engullir la Comunidad Valenciana en sus planes independentistas.

            El Círculo Cívico Valenciano y la Plataforma Valenciana, con otras entidades y particulares que desean defender la identidad valenciana ante el catalanismo creciente, han organizado por segundo año la “Marea Blava”. Repartirán folletos y pegatinas, y pretenden que sea algo festivo, a la vez que reivindicativo. También critican las políticas educativas que se han llevado a cabo en la Comunidad Valenciana, por no defender las señas de identidad valencianas. Los organizadores dicen que crece el afán de reafirmar las señas valencianas, pero entre ellos mismos manifiestan cierta división, por lo que habrá que comprobar el éxito o no de esta convocatoria.

            Por otra parte, el PP, partido gobernante en tierras valencianas desde 1995, pasa por su momento más delicado. El presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, va a dimitir en breve, en buena parte por la evidente falta de apoyo de su partido. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, intenta tender puentes a pactos electorales en 2015, consciente de que no logrará la mayoría absoluta, mientras los socialistas dicen que no pactarán con el PP. Por otra parte, sectores empresariales abogan  por un posible pacto en 2015 entre el PP y los socialistas, porque les aterra un tripartito o cuatripartito radical y sin experiencia de gobierno. Tambié todo esto flota el 9-O.

            La fiesta debe ser eso, una fiesta, superando las diferencias y buscando puntos de encuentro. Pero algunos se empeñan en desvirtuar la fiesta, creando o multiplicando tensiones, que muy probablemente no responde al sentir de la mayoría ciudadana. Celebremos la fiesta y tiempo habrá de votar a nuestros representantes.