Padres implicados en los centros escolares

Como a los demás medios de comunicación, me invitaron a asistir a las sesiones que pudieran interesarme, y así lo hice, pues había varias sesiones impartidas por periodistas o sobre los medios de comunicación y su influencia en la educación.

“Educar en redes sociales” y “La familia en los medios de comunicación”- esta última impartida por el periodista de la COPE Javi Nieves – fueron las sesiones centradas en los medios de comunicación. Me pareció un acierto, porque los medios de comunicación educan tanto o más que el propio centro educativo, y así lo expuso Javi Nieves: hay una brecha enorme entre la formación recibida por los padres actuales y los estudiantes de hoy, que viven con intensidad las redes sociales, internet y el móvil, hasta demasiado. Pero es una nueva realidad, con cambios y aplicaciones incesantes, que es preciso tener en cuenta al enseñar y educar.

Conozco Fomento desde que tengo uso de razón – o por la edad debería tenerlo-, ya que una hermana, Nieves, fue muchos años directora de uno de los colegios de Fomento, el colegio Canigó, en Barcelona. Son décadas de haber escuchado cómo vivía mi hermana, fallecida el año pasado, una iniciativa que, desde su comienzo en 1964, bien puede ponerse de prototipo del empuje social en la educación, ya que empezó y continúa con gran fuerza gracias especialmente a la implicación – tal vez es más apropiado hablar de compromiso – de los padres.

El Congreso de las APAs de los 35 colegios de Fomento se celebra cada dos años, en una ciudad distinta, en función de la ubicación de los colegios. En este caso, porque en Castellón están los dos colegios de Fomento más jóvenes, Torrenova y Miralvent, que iniciaron sus actividades en 1996 y 1997 respectivamente.

Me llamó la atención que las ideas básicas de Fomento, que yo escuché con la suave reiteración femenina de mi hermana hace cinco décadas, no solamente perduran, sino que se han extendido, consolidado y hasta son un punto de referencia para la tarea educativa de otros millones de padres que quieren asumir la educación de los hijos con responsabilidad e iniciativa.

El proyecto educativo de Fomento se basa en la educación personalizada, cuyo eje es la figura del tutor, un profesor que habla y se interesa habitualmente con el alumno y con los padres, para ir todos juntos en la tarea educativa, que es mucho más amplia que la enseñanza. Pero lo destacable es que este principio se cumple, se vive, es una realidad, no hay en él nada de utopía educativa ni anhelos meramente enunciados.

Junto a la enseñanza personalizada, Fomento se basa en la calidad educativa, y hay que reconocer que los diversos baremos estatales o autonómicos corroboran esa calidad. Los otros dos ángulos del “cuadrado de principios” de Fomento son el ya mencionado del protagonismo de los padres en la educación de los hijos y la identidad cristiana.

Falta mucho en España para lograr que los padres se impliquen en los centros escolares. Los profesores, con frecuencia, se quejan de ello, y basta comprobar la escasa asistencia a las reuniones de los Consejos Escolares o del APA.

Esa tarea, difícil y necesaria, puede parece imposible, pero en Fomento lo vienen logrando, actualizando permanentemente su proyecto educativo, de acuerdo con la evolución social, para no anquilosarse. Ver 1.200 padres en Castellón, procedentes de toda España, dedicando dos días a un Congreso es la mejor síntesis de lo que funciona bien, y cada vez quiere funcionar mejor.

 

Los periodistas somos muy críticos, informamos u opinamos sobre cuestiones variopintas, probablemente incidiendo demasiado en lo que no funciona. Hay que hacerlo, pero también destacar lo que funciona, porque de lo contrario ofrecemos una imagen falsa de la realidad.

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