Igualdad sin herir

Mónica Oltra, consellera valenciana de Igualdad – además de vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno valenciano - , concedió  una rueda de prensa el pasado lunes, 18 de octubre, para defender al colectivo LGTBI, su igualdad, pero con un tono hiriente y agresivo que, a todas luces, debe evitar todo político y cualquier persona. En definitiva, nunca defender la igualdad o la dignidad debe dar pie a herir a otros.


El motivo de la rueda de prensa era la decisión judicial de retirar unos libros de temática LGTBI que había distribuido el ayuntamiento de Castellón a 11 institutos. Abogados Cristianos recurrió y la juez ordenó su retirada cautelar.


En la rueda de prensa, junto a Mónica Oltra,  estuvieron la concejala de Cultura, que pertenece a Compromís al igual que Oltra, y algunos autores de esos libros. Parecían mártires de una persecución, o poco menos, hablando de censura, de que se coarta la libertad de expresión, de que la decisión judicial era injusta e incomprensible.


Entre otras afirmaciones, Mónica afirmó que no se retirarían los libros de donde están, que son los institutos. Que ni hablar de acatar la decisión judicial: toda una vicepresidenta de la Generalitat. Tanto en el fondo como en la forma, la actitud y las palabras de Oltra merecen cierto análisis.


Existe cierto temor a hablar o escribir sobre la temática LGTBI si es para matizar o aportar puntos de vista que sus líderes preconizan, en este caso Mónica Oltra. No admiten críticas. Quieren cheques en blanco, y cualquier reparo lo consideran una ofensa.

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La alcaldesa de Castellón, la socialista Amparo Marco,  estaba en el Congreso Federal del PSOE, en Valencia, y al ser preguntada dijo que pediría explicaciones a la concejala,  alegando ignorancia. Pero Mónica Otra y Vicent Marzà, conseller de Educación y también miembro de Compromís,  ya habían arremetido durante el fin de semana contra la decisión judicial. 


Oltra convoca rueda de prensa el lunes, en Castellón, para  glosar su desacuerdo, y no ahorra en declaraciones agresivas: no se retirarán los libros de los institutos, hay jueces que no saben o no aplican la ley,  la fundación Abogados Cristianos tiene “poco de Cristianos”, etc.  Compromís movilizado por la decisión judicial, anunciando recursos y rueda de prensa…mientras Amparo Marco se hace una idea. Una actuación del ayuntamiento corresponde a la alcaldesa acometerlo: pues no, Compromís arrolla y dice lo que hay que hacer. 


Aportemos un poco de sentido común. Respeto a la temática LGTBI, pero sin necesidad de herir a otros. Compromís, con Mónica Oltra a la cabeza, destila una sospechosa autosuficiencia: ellos saben qué y cómo defender la igualdad sexual, imponen el proceso sin tratarlo con los padres, y se niegan a aceptar cualquier aportación de quien discrepe en cómo hacerlo.


Su recurso infantil  es calificar de “fascista” a quien discrepe de ellos. Yo respeto a los gays, a los de diversa raza, a los de diversas convicciones religiosas, pero lejos de mí considerarme poseedor del mejor modo de hacerlo ni ser perfecto: procuro escuchar, leer, aprender. Pueden cometerse errores, con libros inconvenientes para cierta edad.

 
La batalla judicial sigue, mientras COVAPA, la Confederación Valenciana de AMPAs y APAs  que agrupa a 250.000 familias de centros públicos valencianos,  ha mostrado el ninguneo en esta materia y su indignación por la distribución de estos libros. Una pregunta  a Oltra: ¿también COVAPA es fascista, porque discrepa y únicamente pide participar de verdad en la educación de sus hijos? ¿Quién es fascista? Tal vez el que es elegido cada cuatro años.