Los tiempos de Rajoy

Al final, en medio de la inquietud de los políticos y de la indiferencia ciudadana, Mariano Rajoy ha elegido a Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura,  como candidato del PP al Parlamento Europeo.

Para los que presumen de adivinar el estilo de gobierno de Mariano Rajoy, el hecho de que haya elegido a quien ya estaba en boca de casi todos es una prueba de que no es tan imprevisible Rajoy como parece.

Algunos esperaban que Rajoy anunciara en Valencia, en la convención intermunicipal de los pasados 4 y 5 de abril, el nombre del candidato, pero no lo hizo. Los tiempos de Rajoy son inescrutables.

            Además, quienes esperaban que ya confirmara en esa ocasión  la candidatura de Alberto Fabra a la Presidencia de la Generalitat  Valenciana se quedaron  perplejos, porque de sus alabanzas a Fabra no se concluye oficialmente  que lo vaya a ser. Quienes esperaban lo que ha sucedido – que ahora “toca” centrarse en las elecciones europeas- ven confirmado un estilo político que exaspera, pero que también puede tener sus ventajas, especialmente la de no abrir frentes políticos sin necesidad y atenerse al presente.  Es el de Rajoy un estilo de gobierno pragmático, pero por eso mismo extraña a veces que no valore más al PP de la Comunidad Valenciana.

            De todas formas, el paso de Rajoy por Valencia ha servido para que un Alberto Fabra más crecido que nunca le recordara que, con los votos logrados por el PP valenciano en las elecciones generales de 2011, ha logrado ser presidente del Gobierno.  Y podía haberle recordado que, en las elecciones europeas últimas, 1 de cada 7 votos que obtuvo el PP a nivel estatal procedían de la Comunidad Valenciana. Ahora falta comprobar qué valencianos van en la lista al Parlamento Europeo.

Esa diáfana realidad parece olvidada en numerosas ocasiones por Moncloa y Génova, que no han cuidado como debieran la Comunidad Valenciana, el propio PP y la figura de Alberto Fabra. Fabra es el presente, y  - en la lógica de Rajoy -  ha de apoyar más en estos momentos a Fabra  y a los “populares” valencianos, que han sido durante dos décadas uno de los dos “graneros” de votos más considerables para el PP, junto con la Comunidad de Madrid.

Algunos que presumen de conocer el “estilo Rajoy” pensaban  que no sería Arias Cañete el candidato del PP,  sino una mujer, para que se enfrentara a la socialista  Elena Valenciano, pero no acertaban a dar nombres de mujeres.

Ahora ya hay candidato del PP, la socialista Elena Valenciano ya sabe a quién dirigir sus ataques, y se abren las especulaciones en torno a la remodelación del Gobierno.