Dejen en paz a Sara Carbonero

No. Lo digo en serio. No me parece bien el linchamiento público al que está siendo sometida esta periodista. Pero, antes que nada, me gustaría hacer una advertencia: no lo digo porque sea machista criticarla.

En esto, discrepo de algunos opinadores que están saliendo al paso del ‘trending topic’ que ha surgido en Twitter, de ese ‘tema del momento’ que pone a la novia de Iker Casilla a caer de un burro por su trabajo en la Eurocopa de fútbol.

“Gracias Sara” arrasa en Internet. Bajo esa coletilla, los españoles están dando rienda suelta a su ingenio y difundiendo un sinfín de pullas y sarcasmos sobre el trabajo a pie de campo de la reportera de Telecinco.

Bromean sobre las obviedades que comenta, sobre el despiste que demuestra en algunos momentos, sobre su desconocimiento de lo que está pasando, sobre algunos patinazos dignos de mención...

Como digo, no me parece bien. No me gusta que se maltrate a la gente. Piense como piense, sea hombre o mujer, de raza blanca o negra, español o kazajo, ateo o creyente, andaluz o catalán, mediopensionista o ricachón, merengue o colchonero, sensato o desgarramantas.

Vídeo del día

Primer cara a cara entre Trump y Biden

 

¿Y por qué soy de esta opinión? Muy sencillo. La burla no construye, no edifica, no aporta. Pegas el guantazo de medio lado, con una sonrisita, te quedas muy a gusto y hasta alguno habrá que te dé una palmadita en el hombro por todo tu ingenio. Pero en el camino, se queda una persona herida y sometida al escarnio público. No hay derecho.

Todos nos podemos equivocar. ¿Es tanto pedir que nos respetemos? Respeto a sus buenas intenciones. Respeto a su esfuerzo. Respeto a su deseo de hacer las cosas bien. El mismo respeto (ni más ni menos) que uno suele querer para sí mismo.

Creo que si cuidáramos este tema, viviríamos mucho mejor, en una sociedad más admirable y cabal. Estoy seguro.

Dicho lo cual, insisto: defender a Sara Carbonero argumentando que criticarla es machista me parece una soberana majadería.

Más en twitter: @javierfumero