¿Podrá Sánchez con la presión?

Corren tiempos difíciles para Pedro Sánchez. A pesar de su impresionante capacidad para mantenerse a flote (o “agarrarse al sillón con uñas y dientes”, elija el lector la expresión que más le convenza), lo cierto es que el entorno del ocupante de la Moncloa empieza a ser tan inestable que puede acabar afectándole incluso a él, a quien como es sabido no le importa nada ni nadie más allá de sí mismo.

Después de la vergüenza internacional provocada por el numerito de las “cartas a la ciudadanía” y los cinco días de vacaciones pagadas por la presunta corrupción de su esposa (aún en proceso de ser demostrada o desmentida), ahora la sombra de la corrupción vuelve a sacudir al líder del Partido Sanchista Oligárquico Endogámico.

Como recordarán, Sánchez destituyó a José Luis Ábalos como ministro de Transportes en julio de 2021. Ábalos había sido hasta entonces el hombre de total confianza del presidente y disfrutaba de un chalé de lujo en Cádiz que, según hemos sabido en estos días, era propiedad de una empresa vinculada a uno de los principales comisionistas del caso Koldo.

¿Coincidencia? No parece muy creíble que lo sea. Pero menos lo parece que Sánchez pueda seguir argumentando que no sabía nada de lo que hacía su “mano derecha”. Algo que la oposición ya ha empezado a utilizar en su contra.

Este nuevo frente, unido a la ruptura interna de su partido por la “financiación singular” de Cataluña y la sombra de repetición electoral catalana por los problemas de ERC, hacen que el débil gobierno de Sánchez se tambalee más que nunca.

No hay que echar las campanas al vuelo, no obstante. Sánchez ha demostrado muchas veces que es un superviviente. Pero no de esos que salen en la parte final de la película para salvar a la humanidad cuando parecía que estaban muertos. Más bien como las cucarachas, que aguantan con vida incluso después de catástrofes nucleares.

Por tanto, si no le han pasado aún factura las maletas de Delcy, los indultos a delincuentes, el perdón de la malversación, la amnistía a corruptos y terroristas, la cesión de territorios nacionales sin consulta previa o las interminables mentiras a sus compañeros, socios de gobierno y votantes, nada hace indicar que no pueda con esto también.

Dicen los científicos que las cucarachas pueden recibir presiones 900 veces mayores a su peso corporal y resultar ilesas. ¿Será la presión actual suficiente para acabar con Sánchez?

Miguel Ángel Rodríguez Caveda es periodista, ganador de tres premios Emmy y presidente de la consultora internacional de comunicación 3AW.