Desescalar

Desescalar es un palabro inexistente, que en las circunstancias en las que se ha hecho habitual podría significar mucho mejor ‘salir del hoyo’. Nos hemos acostumbrado a que las gráficas de muertos y enfermos se dibujen como una montaña, cuando sería más cierto dibujarlas como un valle: son cifras negativas que indican los que ya no viven y los que ya no están sanos, por eso es un error dibujarlas por encima de cero y no por debajo.

Cuando el Gobierno dice que vamos a iniciar la desescalada en realidad quiere decir: a ver si salimos de una vez del hoyo en el que estamos metidos, aunque sea poco a poco y por partes. Los niños, primero, qué suerte tienen de no tener que enterarse de nada cuando salen a pasear a dos metros de sus papás. Quién fuera niño/a, como tanto le gusta decir al presidente, para tomar el aire, aunque sea sólo un rato, en esta primavera maravillosa y también desoladora que estamos viviendo. En vez de estar sentados en casa rumiando los despistes y errores de quienes nos gobiernan.

Y los palabros con los que tratan de optimizar una situación deplorable. La Academia de la Lengua ha recomendado evitarlos y en cambio decir ‘reducir’, ‘disminuir’ o ‘rebajar’, que son mucho más fáciles de entender cuando lo que estamos es intentando salir del hoyo.