ETA, nada nuevo bajo el sol
ETA ha vuelto a mostrar su anacrónica imagen: tres encapuchados, con guantes y sin gesticular, anuncian que han decretado un alto el fuego permanente. Pero, ¿por qué hay que creer sus intenciones?
Detrás de los ‘capuchas’ aparece una frase que desmonta rotundamente sus palabras y promesas: “ETA, Bietan Jarrai”. Algo así como “seguimos en los dos”. Es decir, que continúan con la lucha política y militar. Nada de “ETA desaparece”. Para eso no harían falta capuchas.
“Estamos tranquilos”. Me decía ayer un importante responsable de la lucha antiterrorista. “Contentos, pero no del todo”, matizaba otro. ETA nos ha vuelto a dar una alegría parcial, no completa, porque en su comunicado falta la palabra “definitivo”. Esperábamos un texto más ambicioso y no hay nada nuevo.
Se me ocurren algunos comentarios sobre el comunicado de ayer:
-- La persiana del terror no la bajan. No es un comunicado de “hasta aquí hemos llegado, no tenemos nada que hacer y nos vamos”. Vuelven con las medias tintas. Lo de permanente significa que será alto el fuego hasta que ETA decida.
-- Parecen más bien palabras en busca de oxígeno. Con un objetivo, que puede ser el debate interno (llevan discutiendo meses sobre qué hacer y no se ponen de acuerdo), el rearme y/o estar en las elecciones.
-- Las palabras y los términos son vacíos. Sin implicaciones. Jugando al despiste, como siempre.
-- No hay referencia a abandonar las armas. Al contrario, los últimos robos y movimientos apuntan a una táctica soterrada de aprovisionamiento. Y continúa la extorsión. El parón, por tanto, no es general y ETA se reserva sus bazas.
-- La anterior tregua también era permanente. Y los duros se la cargaron.
-- Verificar el alto el fuego es totalmente imposible antes de las municipales. Pero, incluso aunque se verificara, habría que someter a Batasuna a un periodo de cuarentena para comprobar sus intenciones. Y no hay tiempo.
-- Que Brian Currin se olvide de meterse en asuntos caseros. Rubalcaba no está por la labor de la presencia de mediadores internacionales, los cuales sólo pueden entorpecer y contaminar la lucha antiterrorista.
Dicho esto, sólo me queda agradecer al todo reconocido labor que realizan los servicios antiterroristas. Gracias a la Guardia Civil, Policía, CNI y Ertzaintza hemos llegado a esta situación. Y estoy convencido de que en base a su incesante trabajo lograremos acabar con esta lacra.
Yo también estoy tranquilo y contento, porque conseguiremos acabar con ellos.
