Un diez a Esperanza

No he escuchado todavía muchas opiniones sobre el asunto y me inquieta. Ha sido Esperanza Aguirre, y no otra, la que ha promovido los más de doscientos actos en homenaje y recuerdo a la “movida” que se están llevando a cabo en Madrid desde hace algunos meses. Ha sido Esperanza Aguirre a través de los diversos organismos y brazos culturales dependientes de la Comunidad de Madrid. Ha sido Esperanza Aguirre y es del Partido Popular. Qué mal asunto.

Hay que reconocer que entre esos dos centenares de actos culturales también está habiendo bodrios escénicos de tamaño descomunal, fiestas absurdas y atemporales y homenajes a personajes de dudoso prestigio, confuso pasado, esperpéntico presente y estéril futuro. Esos “divos de la movida” que no han hecho otra cosa en su vida más que teñirse el pelo de color amarillo en un momento en el que una cabellera amarilla debía ser algo muy especial. Les aseguro que hay gente así. Usted piensa “estos, con esas pinta, deben ser cantantes o pintores”. Pero no, no son nada de eso. Sólo se han teñido el pelo, usan gafas gigantes o entran y salen del armario como Pedro por su casa, en función del viento que sople. Para los que no hemos vivido de cerca ese tipo de presuntos acontecimientos históricos no existen muchas diferencias entre teñirse el pelo para salir de copas en el Madrid de 1979 y una película de indios y vaqueros donde los primeros pintan sus rostros y tiñen sus cabellos. Hacer de algo así un hito en la biografía de un determinado personaje parece un disparate. Pero hacer de algo así un hito en la historia de un país dice muy poco sobre la historia de ese país.

Pero al margen de esos contados personajes que no han hecho aportación cultural alguna y cuyo prestigio está sobrevalorado, los actos en memoria y homenaje a la Movida madrileña han tenido dos aspectos especialmente destacables.

El primero de ellos es sobre la persona que ha permitido que se organicen estos actos. Me juego tres dedos –uno por cada sílaba de su apellido- de la mano a que Simancas jamás habría organizado un homenaje a la “movida” de haber llegado a presidente de la Comunidad de Madrid. No lo habría hecho a pesar de que cualquiera podría pensar que, dada la manipulación política de la historia cultural reciente, los socialistas podrían ser los más interesados en encumbrar todas y cada una de las anécdotas de la “movida”. Sin embargo, quién si lo ha hecho ha sido Esperanza Aguirre y ha dado con su gesto una lección de “no sectarismo” al solicitar su participación en los actos a numerosos artistas militantes reconocidos de la izquierda más activista. Y la gran mayoría de éstos, unos por convencimiento y otros porque donde ven el euro no ven el color de la mano que lo ofrece, han acudido sin dudarlo. Y, que yo sepa, han tenido el bonito detalle de presentarse sin ningún tipo de pegatina contra el gobierno de la Comunidad.

El otro aspecto que hay que valorar es la acertada programación musical que se está haciendo estos días en la Sala El Sol de Madrid como parte de estos actos, de tributo a los 80, impulsados por la Comunidad. Una serie de conciertos que no ha querido caer en lo fácil: ni han contratado a los cuatro grupos de siempre, más o menos representativos de los 80, ni ha apostado en exclusiva por toda la legión de desconocidos y presuntos “injustos olvidados de la Movida”. Colectivo en el que encontramos a multitud de artistas de toda clase y condición: unos que, en efecto, han sido injustamente olvidados y otros que, gracias a Dios, por fin han sido olvidados.

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Se ha logrado el milagro del equilibrio en estos conciertos. Así están los más que conocidos Jaime Urrutia y Loquillo y Trogloditas, dos grupos que parecen vivir estos días una estupenda segunda juventud. Pero también se suben a ese escenario grupos y artistas tan diferentes, representativos e importantes como J. Teixi Band, José María Granados o Fernando Márquez “El Zurdo”.

Aunque sólo fuera por estos conciertos de la Sala El Sol hay que darle un diez a los responsables de todo esto en la Comunidad de Madrid por reivindicar sin prejuicios la parte musical más importante de nuestra historia reciente. La prueba del éxito es que, si mis datos no me fallan, ni siquiera Simancas se ha atrevido a protestar por este homenaje a la Movida. Supongo que recordarán ustedes que los de CQC –los de verdad, no la panda que ha salido en Telecinco en los últimos tiempos- no creían en las capacidades intelectuales de “Espe”, pero ha vuelto a demostrar que no tiene un pelo de tonta.