Europa debería tomar clases de aeróbic

La Administración de George W. Bush ha procedido al desarrollo de una estrategia nacional en materia de relaciones públicas y propaganda de su política exterior con el objetivo de asegurarse la victoria en "la lucha global de las ideas", según ha revelado Karen Hughes, subsecretaria de Estado norteamericano. Al mismo tiempo, el presidente ha prometido prestar la máxima atención al informe de una Comisión especial que sugiere introducir varias enmiendas en el reglamento de las elecciones presidenciales en EEUU. Dicho documento contiene un total de 87 recomendaciones para superar las deficiencias del procedimiento electoral en la que se considera "la nación más democrática del planeta". Lo traigo a colación porque hay que admitir que EEUU, independientemente de la opinión que nos merezca, no ha perdido la voluntad de renovarse y continúa buscando soluciones óptimas para sí. Eso de cambiar periódicamente la piel es útil no sólo para las serpientes. Lamentablemente, no podemos decir lo mismo de la "vieja Europa". El proceso de unificación territorial en el marco de la UE permanece atascado y, una vez abortados los proyectos de la Constitución y el presupuesto europeos, hay escasez de ideas nuevas, a pesar de que se habla mucho al respecto. Los pasos más importantes en el terreno de la política exterior en esta última década se han producido por iniciativa de Washington, no por cuenta propia, y encima han fracasado. ¿Cuánta gente se acordará de Kosovo en la Europa de hoy? Y eso que a la masacre organizada por los serbios contra la población albanesa le siguió, cuando Europa se había adormilado en su sillón, el genocidio antiserbio a manos albanesas, y la región kosovar se transformó en un baluarte del narcotráfico. ¿Habéis oído algo sobre el tema? El proceso contra Milosevic, que es un criminal, fue convertido por el Tribunal de La Haya en una farsa que conllevó la victoria moral del ex dictador yugoslavo. Afganistán, donde la coalición antiterrorista se impuso con éxito sobre los Talibán —lucha en la cual fallecieron, entre otros, ciudadanos españoles— llegó a ser, después de la "victoria de la democracia", una de las mayores plantaciones de la amapola opiácea; las drogas procedentes de Afganistán son consumidas hoy, en cantidades desmesuradas, por los jóvenes tanto en Rusia como en el resto de Europa. Ya no os digo nada sobre Irak, que no desaparece de la pequeña pantalla, ni de las iniciativas europeas (también estadounidenses o rusas) para encontrar una salida al conflicto de Oriente Próximo. Encended el televisor. ¿Dónde está ahora la famosa Hoja de Ruta? Y aún: ¿acaso han sido un éxito las negociaciones entre la UE e Irán con respecto al dossier nuclear? Junto con Estados Unidos, Europa, al estilo trotskista, se ha dedicado en estos últimos años a la exportación de las revoluciones democráticas hacia los países de la antigua Unión Sovietica. El fracaso aquí también ha sido completo. Permitidme apenas un par de apuntes: un informe de la UE hace referencia a las mañas dictatoriales del presidente georgiano; y los medios occidentales ya reconocen que Ucrania, una vez finalizada la revolución naranja, se encuentra sumida en un caos total, lo que más escasea ahora allí es, precisamente, la democracia. Muchas estructuras paneuropeas, surgidas ya en el siglo pasado, están carcomidas por ratones burocráticos hasta los huesos y funcionan por pura inercia. ¿Qué ventaja real representa para Europa la OTAN después del colapso del Pacto de Varsovia? ¿Ayuda lo más mínimo en la lucha contra el terrorismo internacional? ¿O más bien subsiste “por si acaso”, absorbiendo los recursos del contribuyente europeo a la espera de que vengan los marcianos? ¿Qué sentido tiene la existencia de la OSCE? ¿Sabéis de alguna cosa útil que este organismo haya hecho en los últimos años? Según he oído, se encargó de enseñarles democracia a los ucranianos... El resultado está a la vista. Y por cierto, también ha sido con el dinero de los contribuyentes europeos. Si a la UE le sobran tantos recursos, ¿cómo se explican entonces los problemas del presupuesto? Con este panorama de telón de fondo, pasan desapercibidos lógicamente los innumerables fiascos menores cosechados por diversos líderes europeos. El presidente polaco Alexander Kwasniewski, por ejemplo, aspiraba no hace mucho a la condición de “flamante dirigente de la Europa unificada” y era uno de los padres internacionales de la revolución naranja en Kiev. A día de hoy, es un don nadie: la izquierda polaca acaba de sufrir una derrota contundente en las elecciones parlamentarias, ganadas por la derecha, y en cuanto al propio Sr. Kwasniewski, pasará al olvido inmediatamente después de los comicios presidenciales. Mejor le iría si se hubiera dedicado más a los asuntos internos, y no tanto a los de Ucrania. Tal vez por todo esto, Europa —y en particular, su Parlamento— debería dejar de adoctrinar a los demás. Debería examinarse detenidamente en el espejo, tomar clases de aeróbic, hacerse un lifting y una liposucción, y organizar una limpieza general en su propia trastienda política. Si EEUU lo hace, ¿por qué no ella? Personalmente, estoy a favor de una Europa más fuerte, autónoma y enérgica, porque me considero europeo; lo quieran algunos o no, Rusia es un país europeo en los planos geográfico, histórico y cultural, aunque lo es a su manera, desde luego. Si los europeos se proponen en serio participar en la "lucha global de las ideas", hay que prepararse para ello. Y eso es algo que atañe plenamente a los rusos.

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