Europa es relativa

Una vez más y van …, Europa no tiene nada que decir. El Consejo Europeo del pasado fin de semana no ha podido ser ni decepcionante, porque la decepción supone una expectativa previa y con Europa la decepción está incorporada a nuestro imaginario colectivo, pese a ese rimbombante éxito de ser la primera economía del mundo, gracias al efecto estadístico-monetario.

¿Soluciones a la crisis financiera internacional? Pues… vamos a ver. Desde luego, un reflejo proteccionista, eso que no falte. No vaya a ser que…

Confiesan su impotencia de parte los dirigentes europeos. Recitan sus limitaciones e invocan que no estén donde están porque tengan fórmulas mágicas para nada. Y como colofón al coro de las lamentaciones, ese alegato patético de Durao Barroso que resume el fracaso: “Asumamos nuestra relatividad”. Qué empiece él mismo. En ortugal y con prestigio y pensión europea se vive bien.

Otro frente en el que se sienten incapaces es en el del tipo de cambio del euro. Llegan hasta donde llega el tonto del pueblo, a echar las culpas a otro. Y si ese otro es el dólar, mejor que mejor. Del euro, han decidido, mejor no hablar, no sea que se rompa el idilio entre Sarkozy y Merkel, lo que se percibe como un drama. Así que todos a callar, y punto.

Tampoco tienen fórmulas para resolver el come-come en el que vive el sector energético europeo, con epicentro en en el mercado español, por cierto. Alemania, de donde vuelve E. On para llevarse los despojos de Endesa, y Francia, de donde vendrá EdF a por lo más mollar de Iberdrola, no están interesados en remover la situación ni dejar a quien corresponde, es decir al cacareado mercado único, que decida. Prefieren seguir con la ceremonia de la confusión y el tejemaneje políticvo. Para eso si que se sienten capacitados, para frenar, para limitar, para ordenar, para prohibir. Lo bordan.

Vídeo del día

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Para no ser injusto, reseñaré que se dio un fuerte impulso a la Estrategia de Lisboa, de la que, por supuesto, nadie se acuerda más que del rótulo. Un gustazo el último Consejo Europeo, oigan.