Futbol y política

Uno de los efectos más perversos de la ideología nacionalista es que intenta invadir todas las esferas de la vida de las personas y de la sociedad, confundiendo los diferentes niveles y planos en los que se organizan aquellas y esta. Esto es lo que ha sucedido con el manifiesto firmado por 165 futbolistas vascos que exigen a la Federación Vasca que su selección adopte el nombre de “Euskal Herria”, amenazando con no jugar dentro de unas semanas un partido amistoso con la selección de Irán si no es atendida su petición.

“Euska Herria” es la denominación utilizada por ETA y el mundo que le rodea para referirse a lo que actualmente es la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y tres provincias del Sur de Francia, que según el ideario nacionalista formarían un todo unido aunque actualmente estén divididas y ubicadas en dos Estados diferentes como son el español y el francés. Los nacionalistas del PNV no son tan exigentes en la precisión terminológica y se conforman con utilizar la palabra Euskadi inventada por su fundador, Sabino Arana.

Pero como tanto el mundo abertzale radical como el nacionalismo gobernante del PNV pretenden controlar todas las instituciones y no solamente las políticas, ahora han trasladado la disputa política a un campo tan popular y que despierta tantos sentimientos como el del deporte y más concretamente el del fútbol, reabriendo un debate y una polémica ciertamente empobrecedora y que para nada constituye una preocupación y mucho menos una prioridad de la sociedad vasca.

Los futbolistas vascos al igual que otros colectivos sociales se dejan llevar por el clima imperante en el País Vasco de miedo y coacción ante las represalias de todo tipo que el mundo que gira en torno a ETA y a Batasuna puedan tomar contra quienes no apoyen sus campañas. Es más cómodo, por poner un ejemplo, firmar un manifiesto exigiendo el nombre de “Euskal Herria” para tu selección que solidarizarse con las víctimas causadas por la banda terrorista ETA.

A esos futbolistas que han firmado el manifiesto y más concretamente a los que todavía están en activo en alguno de los clubes vascos habría que decirles que se dediquen a jugar un poco mejor al fútbol y a hacer menos política. Porque al paso que van los equipos vascos, el año que viene el Athletic de Bilbao puede descender a Segunda A donde no sabe si se encontrará con la Real Sociedad que puede desaparecer como club debido a su delicadísima situación económica o con el Alavés, que puede perfectamente descender a Segunda B. En definitiva, rememorando la conocida aseveración hecha desde la tribuna de las Cortes por un ministro franquista que dijo aquello de “menos latín y más deporte”, ahora cabría decir a todos esos futbolistas vascos: “menos política y más fútbol”.