Machista más que machista

En el cúmulo de disparates y despropósitos cometidos por la Ministra de Defensa con el visto bueno del Presidente del Gobierno con motivo de la retirada de las tropas españolas de Kosovo, la guinda la puso un alto cargo del ejecutivo y persona muy de la confianza de Zapatero -la Secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez-, al decir que las críticas que estaba recibiendo Carme Chacón eran machistas. No contenta con ello, añadió, como gran soporte argumental, que si el que hubiera protagonizado el anuncio de la retirada hubiese sido José Bono, otro gallo hubiese cantado.

Alguna vez he comentado en estos artículos que este Gobierno tiende con bastante frecuencia a tratar a los ciudadanos como tontos, lo que lleva implícito que a priori nos considere como tales. La boutade de Trinidad Jiménez es muy significativa al respecto. Es el típico “tic” progre, que de estar tan manoseado, da hasta una cierta grima escucharlo. A esta señora no se le pasa por la cabeza que la ministra de Defensa, aparte de ser mujer, es un cargo público, sometida por tanto, como cualquier otro cargo, e independientemente del sexo, al control político y a la crítica de la opinión pública.

No se si en su exceso de “feminismo” mal entendido, Trinidad Jiménez admite que las mujeres también pueden hacer las cosas mal, incluso muy mal, lo mismo que sucede con los hombre, y que criticar a unas u otros, no supone mas que emitir unos juicios de valor que nada tienen que ver con el hecho del sexo que tengan. Tengo para mí que muchas mujeres se han sentido indignadas, y con razón, ante este tipo de argumentos, porque en el fondo saben que les hace un muy flaco favor y que es una muestra de un feminismo rancio y casposo.

Pero el recurso de acusar de “machistas” a quienes han osado criticar el desaguisado montado por Carme Chacón con el visto bueno de Zapatero, también pone en evidencia la endeblez argumental de quienes en el Gobierno y en el PSOE se niegan a aceptar que la forma en que se anunció la retirada de nuestras tropas de Kosovo fue un grave error que provocó la irritación del secretario general de la OTAN, de la Administración del nuevo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de otros países aliados y que ha sido un motivo de mofa y de dura crítica en los principales medios de comunicación de todo el mundo.

Lo malo no es que Carme Chacón haya salido bastante quemada de toda esta historia y que su mediática carrera política haya quedado seriamente afectada. Lo malo no es que Zapatero haya vuelto a demostrar que es un gran irresponsable a la hora de manejar los hilos de la política exterior. No, lo malo es que la imagen de España ha sufrido un duro golpe, hemos sido el hazme reír de los países serios; hemos proyectado una imagen de País poco fiable y como llueve sobre mojado, va a costar mucho recuperar el prestigio y la confianza perdida. Si decir esto es ser un “machista”, pues lo siento por el mal rato que se pueda llevar Trinidad Jiménez. De todas formas que se tranquilice, porque a lo mejor en la próxima crisis de gobierno, Zapatero la nombra ministra. ¿O acaso es también una muestra de machismo apuntar nombres de futuras ministras? Si es así, incluso estoy dispuesto a retirarlo.

 
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