Padres comatosos

¿Qué nos pasa a los padres? No sé si nos hemos vuelto tontos o estamos acobardados frente a   generaciones de hijos que vienen cada vez con más fuerza. Nos pillan fuera de onda y consiguen descolocarnos a su antojo. Cuando educamos, en demasiadas ocasiones no tenemos claro hacia donde tirar ni hasta donde llegar. Exigimos que esta labor la lleve a cabo la institución educativa correspondiente.

Nos cuesta mucho marcar límites, poner normas y ser constantes y consistentes en su cumplimiento. Muchos padres se acoquinan enseguida frente a sus retoños de corta edad y les permiten funcionar según sus demandas y apetencias. Esto cada vez pasa más   y se nota.

Impresiona oír decir a padres, en un tono apesadumbrado, que se sienten incapaces de controlar y educar a su hijo que no llega a la década.

"No se va a la cama a la hora que le decimos porque quiere ver la tele", "sólo come arroz y jamón York", "si no le compro lo que me pide me monta un escándalo", "si no come lo que quiere no come", "duerme con nosotros porque no quiere hacerlo solo"… Me da la sensación de que muchos padres están en 'coma paterno'.

Qué importante es usar el sentido común y tener claro quién debe controlar el mando educativo dentro de la familia.

Los padres están por encima de los hijos educativamente hablando. Ellos son los que marcan y deben hacer cumplir los límites y las normas, dentro del respeto, amor y cariño.

Y no se trata de instaurar sistemas educativos de casa cuartel.

Hablo de familias en las que la disciplina y la autoridad de los padres, no esté reñido con el afecto, con el sentido del humor, con la alegría, con el cariño, con la comunicación y diálogo en ambas direcciones… al contrario, necesitan convivir para que la familia funcione. 

Pero si la pirámide se invierte surgen los problemas, y como bolas de nieve se agrandan con el paso de los años. Si no podemos controlar a un niño/a de cinco o seis años, ¿ qué pasará cuando tenga 12 o 13? 

 

Considero que a los padres nos falta un par de cosas. Por un lado, la visión a largo plazo. Aprendernos bien, en el día a día con nuestros hijos, lo importante que es instaurar buenos hábitos educativos desde que nacen. Establecer normas claras y poner límites cuesta y cansa. Pero si lo procuramos y conseguimos que se cumplan, lo que hagamos hoy nos ahorrará mucho trabajo y más de un disgusto en un mañana cercano.

Por otro, también nos falta creer en nosotros mismos y en nuestra capacidad para formarnos y ser mejores padres. Ser padres es un sentimiento único y gratificante. Pero es un título que se obtiene sin formación. Nadie nos enseña a serlo.

Si no sabemos como hacerlo y queremos mejorar en nuestro trabajo de padres; ¿ por que no nos formamos?, ¿ Por que no buscamos ayuda y consejo?.

Qué mal me siento cuando voy a escuchas charlas sobre temas educativos, o a colegios a tener encuentros con los padres y el auditorio se cuenta con los dedos de las manos. Además suele coincidir que los que van son los que menos lo necesitan Desgraciadamente no me pasa sólo a mí, es generalizado.

Un importante porcentaje de padres no ven la necesidad de aprender a serlo, y eso que hoy en día contamos con el interesante recurso de Internet. Esto es una pena, pues muchas veces la falta de información y el desconocimiento de principios educativos básicos y sencillos de aplicar, es el origen de actuaciones paternas poco adecuadas, erróneas y con consecuencias muy negativas.

Padres: ¡Salgamos del coma o nos comen¡

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