Plañidos por el Gran Líder

A uno le gustaría viajar a ese presunto país, pero debe solicitarlo con mucha antelación a una agencia autorizada, porque hay cupos, y pagar una cantidad exorbitante de dinero. Además, una vez allí parece ser que obligan a depositar en el aeropuerto cualquier aparato que sirva para comunicarse con el exterior, y que las fotografías del turista se toman bajo severa vigilancia. Natural. Todo son trabas para que nadie vaya y, si va, no retrate las grúas, las cámaras, los cables, los focos de ese enorme set de rodaje donde se filma Un edén al norte del paralelo 38.

El último capítulo de esta teleserie de política frígido-guerrista, emitida sin periodicidad fija, ha sido el de la muerte del personaje principal, Kim Jong-il. Un giro de guión interesante y muy audaz. Para subrayar de manera adecuada el dramatismo del momento clímax, se ha cogido a un buen puñado de figurantes y se les ha indicado su papel: plañan, plañan ustedes como si se les hubiera partido el alma, déjense vencer por el dolor y caigan de rodillas, golpeen el suelo con desconsuelo, sollocen primero, luego giman y terminen con el rostro anegado de lágrimas. Tras el «prevenidos, cámara, ¡acción!», los actores han cumplido con todo menos con la nota final, que era importante. El suyo ha sido un llanto seco, y eso ha desmoronado emocionalmente la secuencia. El lloro multitudinario ha parecido berreo colectivo. La intensidad gestual, por otro lado, se diría un si es no es sobreactuada. Necesitan nociones del Método de Strasberg.

La serie tiene continuidad con nuevo protagonista, un personaje llamado Kim Jong-un, hijo de Kim Jong-il y nieto de Kim Il-sung (los guionistas siguen aplicando la pauta de saga paterno-filial durante la tercera temporada). Sobre el desarrollo de la trama no existen certidumbres. Hay quien aventura que el mandatario principiante puede llevar a cabo una acción armada a escala regional para consolidar su liderazgo. Otros, más fantasiosos, afirman que quizá comience un periodo de distensión y de apertura. Es una posibilidad, pero la serie perdería por el camino buena parte de su audiencia, esa que gusta de sumergirse precisamente en su ambientación espesa de sociedad planificada. Entre los rumores que circulan, se dice que Mike Myers podría hacer un cameo en alguno de los capítulos con su personaje de Austin Powers. Vistoso: el Jaguar con la Union Jack, rodando por las desangeladas avenidas de Pyongyang. Esa capital ¿ficticia? de un país ¿inventado? al norte del paralelo 38.

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China