Recortes

Además de las medidas ya anunciadas para combatir la terrible situación económica española, Zapatero planea seguir con su batalla en las próximas semanas. El presidente trabaja a toda velocidad con sus seiscientos asesores y su sindicalista de cabecera. Esta mañana, después de diez minutos de reunión, con el ambiente tremendamente cargado, todos han acordado que esto no puede seguir así y han decidido bajar al bar a tomarse una cervecita. A su regreso, han seguido trabajando durante algunos minutos más. Al rato, han convenido que su empecinamiento en el trabajo no les llevaría a nada bueno, y han pactado bajar a tomarse otra cervecita. Así, finalmente, tras varios descansos, han logrado escribir un boceto con una nueva batería de medidas para combatir la crisis que estrangula la economía española. Durante la reunión, dos asesores han sido expulsados del aula por hacer caricaturas de Obama y Merkel.

Los resultados de la reunión garantizan la estabilidad de España y el mantenimiento de nuestra insigne posición como octava potencia del mundo. El Gobierno no entiende en qué se basa la oposición al señalar que estas nuevas medidas se han tomado de forma improvisada, y pide a los diputados hostiles que confíen en la segunda y tercera parte del plan de recortes.

Por un lado, con objeto de reducir el gasto en altos cargos, Zapatero tiene previsto crear quince vicepresidencias más, entre las que destacan la Vicepresidencia de Igualdad, la Vicepresidencia de Vicepresidentes, y la Vicepresidencia del Fútbol Club Barcelona, si bien esta última está a la espera de que el Constitucional decida si encaja o no en nuestra actual Constitución. Por esta circunstancia, el Gobierno no ha nombrado a nadie para este cargo; se da por supuesto que morirán varias generaciones antes de que se conozca la decisión del tribunal.

Por otro, se ha decidido una inmediata subida de impuestos. Siguiendo el modelo del canon digital, desde ahora se gravarán con un nuevo canon las entradas de partidos de fútbol, las de los toros, el ron, las galletas de chocolate, el vino y los cereales. Se gravarán también los partos, las operaciones a vida o muerte, las patatas fritas, las gafas de sol, los animales domésticos, los viajes espaciales, las grapas, y los potitos. Se gravarán salvajemente los neumáticos, la gasolina, el gasoil y en general cualquier cosa que arda, empuje, huela, limpie, genere energía, haga ruido, salte, flote, suene, se hiele, se hierva, se coma, se beba, o eche humo.

Además, el anunciado plan de la subida del IVA sufrirá algunas modificaciones, ya que este impuesto ascenderá finalmente al 70%. El Gobierno considera que la subida es moderada y asequible, cuando no inexistente, y en cualquier caso, necesaria, por lo que pide a la oposición que no haga demagogia ni alarme a los ciudadanos con el nuevo IVA.

Quedarán exentos de esta subida de impuestos algunos alimentos básicos como las langostas, las nécoras y el caviar, o ciertos productos de primera necesidad como los yates, las limusinas, los viajes a Dubai, o los Cohibas.

Con todas estas medidas se espera que el país se vaya finalmente al garete y así, al menos, no caiga en manos de los alemanes, de los franceses, o de los americanos. No sea que se hagan con España y decidan, como primera medida contra la crisis, eliminar el Ministerio de Igualdad, reducir los coches oficiales y las dietas de los cargos políticos, eliminar el sistema de autonomías, o cualquier otra locura inadmisible.

 
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