Rodrigpérez sí

El señor Rodrigpérez Rubalcaba roza en estos momentos la mayoría absoluta. Es una gran noticia. De lo contrario, la derecha aplicaría su programa, robando las pensiones a los abuelitos para dárselas a Emilio Botín, y obligando a las hijas de las asistentas a aprender sus labores domésticas desde pequeñitas, para poder servir a los niños ricos desde su más tierna adolescencia. Además, quemarían a los homosexuales en una gran hoguera, abandonarían a los parados suprimiendo las prestaciones por desempleo, y subirían al IVA hasta el 99%, por el mero placer de legislar al límite. Si ustedes no han ejercido nunca la acción de gobierno, desconocen ese encanto. El verdadero caviar de la política no es el dinero, sino el poder, esa maravillosa sensación de jugar a los Lemmings con personas de carne y hueso.

Tal y como sostienen fuentes socialistas, la victoria de su candidato será aplastante en toda España. Según un estudio interno, los ciudadanos ven con muy buenos ojos a la totalidad de los miembros del gobierno. A día de hoy, todos aprueban con buena nota, siendo José Blanco el ministro mejor valorado en bolsa, Ángeles González-Sinde la más querida por los españoles, y Francisco Caamaño, el más sexy. Esto sitúa al gobierno muy por delante de los miembros de la oposición, que suspenden todos, con excepción de Durán i Lleida, que está considerado por los encuestados como el más cachondo, algo que le ha hecho tanta ilusión, que lo ha celebrado con un solo de batería de diez minutos en pleno mitin.

El 20-N está decidido y el señor Rodrigpérez Rubalcaba será el nuevo presidente del ejecutivo sin ninguna duda. Si gana, nos esperan años de paz y prosperidad. Después de siete años de gobierno neoliberal del señor Zapatero, el nuevo ejecutivo progresista dará un golpe de timón a este gran país, garantizando a los españoles el pleno empleo en un plazo máximo de 48 horas. Para lograrlo, tal y como ha desvelado su candidato, la primera medida que tomará será la aprobación de la Ley de Eutanasia, que reducirá enormemente las expectativas de parados y nos ayudará a controlar la población, cuestión especialmente importante si tenemos en cuenta que en el mundo no cabe ni un alfiler, según las últimas noticias del Observatorio Progresista para la Superpoblación, la Igualdad, el Buen Rollo y el Cambio Climático.

El vuelco electoral se ha producido en pocos días. Hasta el pasado lunes, la batalla aún estaba abierta. Sin embargo, la celebración del combate electoral echó por tierra cualquier esperanza para los populares. El candidato socialista presentó en detalle su programa electoral, de forma educada, pausada y convincente, sacando a Rajoy de sus casillas. Por su parte, el candidato de la ultraderecha sólo pudo limitarse a balbucear preguntas sobre el programa del PSOE, dando por supuesta su derrota. Rubalcaba culpó a Rajoy de la pésima gestión de la crisis económica en estos últimos años, y exigió la inmediata dimisión de su titular de economía, Cristóbal Montoro, y de Esperanza Aguirre, para no perder las buenas costumbres. El cara a cara culminó con un festival de tiernas miradas a la cámara, capaz de fundir el corazón de plomo de los espectadores más rudos. Mención aparte merece el presentador del programa, que estuvo sensacional, como en sus mejores tiempos. Fue una auténtica alegría ver de nuevo a Joaquín Arozamena moderando un debate en televisión tantos años después.

A la vista de estas trágicas previsiones, en el PP ya se ha abierto la carrera para la sucesión de Mariano Rajoy y parece claro que Jorge Moragas es el que está mejor colocado, seguido muy de cerca por Nacho Uriarte, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Con todo, la decepción es grande dentro de las filas del partido, pues esta era una ocasión histórica para ganar las elecciones, derrotar a los terroristas, resarcir a las víctimas, fortalecer la unidad nacional, acabar con la corrupción, derogar la ley del aborto, e investigar de una vez por todas los atentados del 11-M. Tendrán que consolarse pensando que otra vez será.

Ciertamente, lo que nuestro país necesita ahora es savia nueva, un candidato de consenso, con sentido común, honrado, joven, fiable, atractivo, sencillo, y sin trampa ni cartón. Es decir, alguien como Rodrigpérez Rubalcaba. En cambio, Rajoy no tiene ninguna posibilidad de llegar a La Moncloa. Ninguna. Lo escribí en 2004 y lo mantengo: en España nunca ganará las elecciones un candidato con barba.

 
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