‘Siempre Así’ explica la alegría

No es estrictamente un disco de canciones religiosas. Tampoco sus rumbas son para bailar sin más. Ni sus voces llevan la potencia de la chusma y el griterío vacío. Hablamos de algo serio que puede hacer reír. De algo hecho con cariño y dedicación. Con buenos medios. Es todo y mucho más. Es difícil hacer un disco con tantos matices, con tantos sentidos, con tanto cuidado. Es difícil emocionar a oyentes de todo tipo de colores y creencias con las mismas canciones. Es un disco para melómanos. Para amantes del buen gusto. Un álbum para quienes disfrutan viendo arder sus propios prejuicios. Para mentes libres y corazones sin complejos. Para quienes responden con una sonrisa a una sonrisa. Para quienes necesitan un empujón de optimismo, un poco de fuerza.

Hace años escribí, en esta misma Tribuna, que buena parte de la crítica musical había “condenado” al grupo Siempre Así por ser gente normal. Les decía entonces lo que ya saben: que no está bien visto, por ejemplo, ser músico y renunciar viajar en el tren del pensamiento único. No está bien visto para los de siempre, aunque sí está bien visto para mí y, seguramente, para usted también.

Ahora Siempre Así ha dado un paso más en su vertiginosa carrera por demostrar a la industria de la música que se puede triunfar siendo diferentes. Que se puede llegar lejos manteniéndose fieles a unos principios que se escapan de lo habitual en el entorno musical. Antaño se decía que determinados grupos de música iban contracorriente. Hoy, todo se ha torcido tanto, que quienes realmente van contracorriente son grupos como Siempre Así, que escasean en el monótono paisaje ideológico musical. Decía antes que ahora han dado un paso más: la grabación de un disco titulado “La Misa de la Alegría”.

Rafa Almarcha y su gente han trabajado intensamente en el que probablemente sea su proyecto más especial. Un disco que recorre los momentos de la celebración eucarística de los cristianos a través de canciones. Pero es que además es, casi con total seguridad, el disco mejor producido y mejor grabado de Siempre Así. El que suena con más fuerza y el que cuenta con letras más profundas y penetrantes. Pero no crean que les hablo de un disco religioso, así, sin más.

Siempre Así ha conseguido el milagro –nunca mejor dicho- de hacer algo popular de un disco que podría estar destinado sólo a las celebraciones religiosas. Ha logrado que canciones como “Bienvenido a tu casa” puedan sonar de igual forma en una discoteca o al comienzo de una ceremonia religiosa. Un álbum del que podrá disfrutar el no creyente encontrándose con letras que hablan de amor, de amistad y de alegría. Pero un disco que el creyente, si lo desea, podrá utilizar para rezar, como sus propios autores reconocen.

Es la “Misa de la Alegría” uno de los grandes descubrimientos musicales del 2007. Un disco que quizá muchas discográficas –craso error- no se atreverían a editar pero que Warner Music Spain –Siempre Así acaba de fichar por esta compañía- no ha tenido reparos en publicar y promocionar como es debido. Si queda un sólo reducto de justicia en la maltratada industria de la música, el gesto debería aportarles gustosos beneficios.

Aunque ustedes mismos pueden escuchar avances del disco y ver los detalles en www.lamisadelaalegria.org tengo que recomendarles de manera especial algunas canciones que se encontrarán: es el caso de “Bienvenido a tu casa”, “Santo”, “Gloria bendita”, “El sentido de la vida” y, por supuesto, la “Salve del olé”. Sin embargo, por encima de todo, si tienen ocasión, no se pierdan la que yo considero la obra maestra de “La Misa de la Alegría”: me refiero a las “Sevillanas del apóstol San Pablo a los corintios”. Estrofas como “el amor es comprensivo / el amor es servicial... / el amor es servicial / y si yo no tengo amor nada soy / no soy na”, con la potencia de su producción y con la belleza de las voces de Ángel, Maite, Nacho, Rocío, Mati, Paola y Sandra y, por supuesto, con el gran Rafa Almarcha trabajando en cada rincón de este disco, cobran un tercera dimensión que merece la pena conocer.

Y es que queda claro a la primera escucha que el nuevo álbum de Siempre Así es una explicación universal cantada de lo que se conoce como alegría cristiana.

 
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