Sílabas que no signifiquen nada

Este año la diversión no estará sólo en el concurso del que saldrá el artista que representará a España en Eurovisión. Este año el entretenimiento comienza en las propias bases del concurso organizado por RTVE. El texto con las recomendaciones de Televisión Española a quienes quieran probar fortuna en “Misión Eurovisión” podría estar firmado por Tip y Coll o por Gomaespuma.

Tras leer las bases y recomendaciones de “Misión Eurovisión” uno saca dos conclusiones inmediatas. La primera es que, aunque parezca increíble, la organización recomienda a los candidatos a representar a España en Eurovisión que no presenten canciones en el idioma español. La segunda conclusión es que los autores del texto de las bases de “Misión Eurovisión” deben ser gente un poco rara, porque la gente normal no recomienda a los participantes de un concurso que presenten “estribillos con sílabas que no signifiquen nada pero sean fáciles de recordar”. Tal y como lo leen, esta recomendación especial puede verse en las bases de “Misión Eurovisión” de TVE.

En las propias bases se explica sin sonrojo el por qué de ambas recomendaciones. La organización argumenta que el idioma español, en Europa, sólo lo conocen los españoles que son precisamente los que no podrán votar en Eurovisión al candidato español. Por otro lado recomiendan que “en la canción aparezcan palabras españolas, universales para cualquier idioma; así como onomatopeyas, estribillos con sílabas que no signifiquen nada pero sean fáciles de recordar. (en Europa no entienden el español y en España no se puede votar nuestra canción)”.

Yo creo, en cualquier caso, que este tipo de cosas sólo suceden en España. Si los franceses se enteran de que pretendemos presentar un candidato que cante una canción construida a base de onomatopeyas combinadas con palabras universales como “crack”, “alianza de civilizaciones” o “Coca Cola”, primero se morirán de la risa y luego lanzarán por toda Europa una cadena de correos electrónicos contando la anécdota en inglés y francés para conseguir que no nos voten ni los españoles residentes en el extranjero.

Llevo años diciendo que Eurovisión es un festival fundamentalmente político más que artístico por lo que, con vistas al 2007, nuestras posibilidades de éxito son muy limitadas, dado que Bolivia no participa en las votaciones y Venezuela, de momento, tampoco. Pero ahora que conocemos los criterios de quienes serán los encargados de seleccionar a los finalistas de “Misión Eurovisión” –las primeras cribas las realiza la propia organización, aunque el candidato ganador será votado por el público en la gala final- podemos perder definitivamente la esperanza.

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En el momento de teclear esta Tribuna faltan unos minutos para que empiecen a escucharse en TVE los gritos de Paula Vázquez en el primer programa especial de “Misión Eurovisión”. Y precisamente acaba de caer en mis manos una nota de agencias con información sobre los candidatos que conoceremos en este primer programa. La nota de Colpisa habla –supongo que con gran acierto- de “paisaje humano diverso” el de los concursantes. Parece que, entre los candidatos, encontraremos personajes tan dispares como un punky, un cantante de ópera o a Elena Bianco, la vocalista de Los Mismos. Ya saben, “será maravilloso viajar hasta Mallorca”. Les prometo que no es broma.

No me sorprende el paisaje. Piensen que de un concurso con unas bases así puede esperarse cualquier cosa, por lo que el ganado que acuda a este nuevo corral televisivo será de lo más variado y peculiar. Hablando de ganado: reparen de nuevo en las bases de “Misión Eurovisión” y díganme si no tendría éxito una candidatura encabezada por El Koala con una puesta en escena coordinada, por ejemplo, por El Pollito de California. Con sus onomatopeyas, sus frases internacionales al estilo de Toreros Muertos, sus referencias a las gentes sencillas del campo y sus sílabas sueltas que no significan nada pero que son fáciles de recordar. Paula Vázquez se sentiría feliz presentando una apuesta así.

En fin: Uribarri, sácanos de aquí.