Unidad y pacto frente al terrorismo

Las declaraciones de Jaime Mayor Oreja sobre la posible negociación del Gobierno con Eta y su afirmación de que ambos son «aliados potenciales» han tenido un extraordinario eco debido a la gravedad de la denuncia y a las consecuencias que puede tener -sea cierta o no- en la fragil confianza que se está labrando con mucho esfuerzo entre el Partido Popular y el Partido Socialista en el ámbito de la lucha contra el terrorismo.

He de decir que hace un año recibí con enorme satisfacción el pacto alcanzado por el PSE y por el PP gracias al cual los socialistas pueden ahora gobernar en la Comunidad Autónoma Vasca, desbancando por fín, después de 30 años, a un PNV que siempre puso obstáculos para colaborar a la desaparición del terrorismo, dandole soporte en el plano institucional, financiero, propagandístico y, por supuesto, político.

Haber arrebatado el poder al PNV puede suponer un cambio histórico de trascendencia crucial para el futuro de España y hoy y ahora tenemos la oportunidad de que ese cambio se consolide. Por eso, me preocupa muchísimo que se lancen a la sociedad mensajes tan negativos que producen una gran zozobra además de sembrar la desconfianza y la división entre dos formaciones que tienen que entenderse para ser mucho más fuertes frente a los nacionalistas, esos sí, aliados potenciales y muchas veces reales, de los terroristas.

Suponiendo que la primera afirmación de Mayor Oreja fuese cierta -la segunda me parece directamente un dislate- no creo que la mejor forma de neutralizar esa posible negociación sea una acusación frontal. Tenemos dos opciones, o fortalecer los pilares de los débiles puentes que se han tendido o destruirlos. Sí lo que pretendemos es eficacia y resultados, es imprescindible fortalecer los puentes y la colaboración. ¿Van a servir las declaraciones de Mayor Oreja para afianzar el pacto PP-PSOE en el País Vasco? ¿No había otra vía para advertir ante posibles tentaciones de que nunca más se debe negociar con una banda de criminales?

Me inquieta, además, que el planteamiento público de Mayor Oreja no sea consecuencia de una estrategia de partido sino de su personal decisión de lanzarlo al ruedo, lo que ha puesto de manifiesto la división de opiniones entre los dirigentes de una misma organización en una cuestión en la que es imprescindible transmitir a la sociedad una visión consensuada, coherente y coordinada que no produzca desconcierto en los ciudadanos. Flaco favor le ha hecho Mayor Oreja a Antonio Basagoiti, la persona que mas necesita ahora del apoyo y confianza de su partido para que su sintonía con el PSE en la defensa de la libertad y la lucha contra el terrorismo crezca y se consolide. Ese es el único camino, la colaboración entre los dos grandes partidos de ámbito nacional y por supuesto de todos los demás que quieran sumarse con la firme voluntad de derrotar a Eta, sin calculos políticos ni busquedas de votos, sino por pura convicción. Porque para erradicar el terrorismo -desde la Ley y sin concesiones- todos los esfuerzos son necesarios. Los errores del pasado no los podemos borrar y es lógico que produzcan desconfianza, pero el futuro está por hacer y debemos contribuir de forma constructiva a que la rectificación del Gobierno sea definitiva y a que los terroristas sepan que esté quien esté en el poder, todos serán implacables con ellos.

 
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