Vámonos

Creo que el deseo más razonable para 2010 es que vuelvan nuestras tropas de Afganistán. Si seguimos las posiciones de Hans Morgenthau respecto al realismo en la política internacional es claro que España no tiene ningún interés nacional allí que justifique el mantenimiento militar del régimen de los señores de la guerra a costa de bajas propias. Por supuesto, tenemos un interés nacional en no quedar especialmente mal con nuestros aliados y por ello a diferencia del número iraquí debemos convencerlos de la sinrazón de la acción afgana.

La sorprendente afirmación de que los occidentales no podemos permitirnos retirarnos de Afganistán no se sostiene. Bien estuvo la represalia antitalibán pero no tenemos ningún deber, y lo que es peor posibilidad, de sostener un gobierno en esas tierras. El argumento antiterrorista es especialmente vago. Hay terroristas en Somalia, en Pakistán, en le Líbano, en Malí, en Sudán y no ocupamos los países como si fuésemos policía mundiales. Es más la amenaza terrorista procede fundamentalmente de nuestros territorios, de sus mezquitas radicales y sus redes integristas, por otra parte los principales terroristas, en Estados Unidos, en España o en Inglaterra no procedían de lejanos desiertos, aunque algunos recibieran un somero entrenamiento allí sino de naciones aliadas como Arabia Saudita, Marruecos o Pakistán, es más la captación principal se produjo en Universidades americanas, en bares madrileños o en escuelas londinenses. Es ahí donde debemos centrar nuestra atención.